lunes, 24 de septiembre de 2007

Iquitos: “Yo pierdo más”



De los dos, yo he perdido más que tú, porque tú podrás tener otro periodista pero yo jamás poder tener otro Iquitos…. La semana que pasó me hace recordar el final de una novela coreana que causó admiración en el canal del Estado. Su canción de despedida decía que era cierto que uno no se daba cuenta de lo que tenía hasta que lo perdía, pero que también era cierto que uno no sabía lo que podía tener hasta que lo encontraba. Iquitos es la escena perfecta para confundir el mal y el bien, un lugar donde ebolluciona la alegría sin percatarse de la muerte, donde Los Funerales de la Mamá Grande son todos los días y mejor aún en las madrugadas.


Todo sucede con una armonía singular, la selva es, entonces, el lugar perfecto para esconder la crueldad de lo que la gente llama trabajo y que normalmente significa sufrimiento. Mejor aún si el lugar se llama Ceiba a unos 50 kilómetros de Iquitos entre finas palmeras, comida tropical y exótica, árboles enormes como escaleras al cielo, agua cristalina y semi caliente, semi fría en la piscina con resbalón, el whisky rojo y negro, los piscos de toda parte del Perú, a lo lejos y abajo el monarca amazonas y la isla del mono, a la noche los cuartitos elegantes y acondicionados que, sin embargo, no esconden el arrullo de los pájaros y para completar conversación del fantasmal periodismo peruano, pero ya no importa porque también estamos rodeados, como casi nunca sucede en nuestra vidas, de poetas que rompen el silencio con palabras perfectas y para terminar con el maestro Ernesto cardenal y su ensueño de Claudia, Myriam, Marilyn y de Aquarelas: “Al perderte yo a ti/ tu y yo hemos perdido// yo porque tu eras la que más amaba/ y tú porque yo era el que te amaba más// … Después del amor en los labios del poeta, no se podría pedir otra cosa, antes de morir.



Entre todos los epílogos de la madrugada y antes que muera el plan zanahoria o que nosotros la matemos hay una frase exacta que apunta a nuestros defectos de siempre, en esta vez puedo ser yo que viajé más de 2500 kilómetros para no perderme esta invitación y arriesgando mi “próspero” ascenso administrativo. Otra vez puede ser Jaime y su posición de jefe que no logra esconder su chispa ágil e infantil o el arriesgado Potro que no puede zafarse de las bromas del grupo y que le provocan hundirse más en su buen pasado, a ratos contra el pato Darwin que sazona su debilidad con el baño y el trago apuntando a la reproductiva vida de Marco Antonio y sus afanes. Todo en medio de la presentación del libro del poeta Percy Vilchez, un ser de otra esfera con dardos en la lengua para fusilar a cualquiera y hacerlos caer en la cuenta que siempre tiene la razón, el amor puro a la poesía de la poetiza Doris Moromisato, las charlas de corrección Jorge Coaguila que luego las trastoca por las noches y finalmente “Pasajero en Tránsito” del poeta Ernesto Cardenal que algún comunicado insolente por esos días calificó con abyección e ignorancia al poeta como si se tratase de un automóvil.


De los dos yo he perdido más. Porque hablar con esa franqueza de Paco y su incontenible sapiensa de la cultura amazónica que hace a uno enorgullecerse de conocerlo es liberador, al amable e innovador de Dorian, el jodido afectuoso de Chichí, el cáustico de Angel y los vendedores de tacachos y caldos de gallina en el puerto frente al río. A los cumplidores del Plan Zanahoria, porque trabajan riéndose de lo que hacen porque saben muy bien el próximo fracaso de su empresa, a los pocos grifos que venden licor, a los profesores que aún me acuerdan a los alumnos y alguien que aún no me olvidan a las autoridades que felizmente me olvidaron, a todos gracias. Hay un comunicado infeliz que dice que los que trabajamos (no lo he dejado) en el diario llevamos una vida exagerada y sin pegarnos a sus reglas de hipocresía, es realmente cierto, porque entendemos la vida y nuestra profesión de manera inteligente, legítima y sin medias farsas, por eso creo que yo he perdido más porque Iquitos siempre podrá tener otro periodista pero yo nunca podré tener Iquitos.
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viernes, 21 de septiembre de 2007


Gracias Don Gabriel

Por haber hecho que este mundo parezca un villorrio como Macondo capaz de desaparecer en la más hermosa imaginación de lo increíble y lo realmente verosímil. Gracias por haber creado una Biblia como Cien Años de Soledad que permanecerá para siempre como motivo principal para que la literatura no muera y por supuesto, gracias por haber hecho de tu vida una licencia perpetua para los excesos y los géneros que nos ha permitido a nosotros, los humildes terrenales, tener motivos suficientes para seguirte a lo lejos e intentando remedarte con la simple excusa que un Jesucristo abrió la brecha que hoy algunos periodistas seguimos, o lo intentamos hacer.
Ahora que se cumple 80 años de Gabriel García Marquez, Fermina Daza debe aceptar por fin que Florentino Ariza, luego de un imperturbable tiempo que sin embargo no ha cambiado su deseo, le haga la proposición formal del verdadero amor y terminar con el idilio permanente de El Amor en los Tiempos del Colera, y que el coronel Aureliano Buendía, luego de sus 56 años de raspar la lata de café con oxido esperando que le llegara las noticias de su jubilación, talvez y solo talvez, esta vez deje de esperar para celebrar por un momento tus 80 años en esta vida.
Nadie perdonará al doctor que no salvara a un moribundo y que la Hojarasca llene de hojas y humanos los alrededores de su casa, Don Gabriel, pero quizás por esta ocasión, tu casa, aquella que ayer recibió los 80 cañonazos por la celebración de tu cumpleaños deje de ser ahora un litigio entre los antiguos dueños, el municipio de Aracatacá y los sabuesos maniacos de tu obra y reciba las flores amarillas que te gustan para escribir y aún contenga el árbol enorme de mangos y almendras casi como tu lo dejaste aquella vez que la dejaste porque la vida, como siempre, habría que recorrerla y no esperarla.
Gracias Don Gabriel por no dejarse seducir en todos estos años por la ruleta del poder comercial y política y permanecer incólume como el roble de Macondo con tus ideas y cariños y aunque alguna vez osaron acusarte de antiguo y terco, tu sombra ha crecido tanto que ha enterrado a todos los que hasta ahora te adulan o te critican y los ha sucumbido ante tu genio. Un genio que creció en un clima como este, en un río como éste y con gente como esta, pues el trópico, contrariamente a todo lo que hayan dicho los intelectuales y escritores ha creado la obra y el hombre más humano de la tierra

Y ahora ... ¿Quien podrá salvarlos?



Uno observa las imágenes de los búfalos apristas envolviendo a los periodistas de la Ventana Indiscreta en su local de Pueblo Libre en Lima y no deja de sentir un pánico por la autoritaria personalidad que demuestran estos aprendices – maestros del tristemente Chito Ríos en el partido Aprista. Pero uno se sorprende más de la actitud escudera y ciega que asumen los parlamentarios allegados a esta facción mantillista que hace tiempo dejó de ser el ala izquierda o los duros dentro del partido de la estrella para convertirse en verdad a las voraces pirañas que buscan su beneficio personal y el de su grupo a espaldas de los intereses del “partido del Pueblo”.Uno de ellos – lo hemos visto con esa misma elegancia oral e interesada de la que hacía alarde en Iquitos – es el parlamentario por Loreto Augusto Vargas que, primero que todos en el Congreso, ha defendido a Carlos Arana y compañía en un claro juego en pared que practica este grupo.


Lo ha demostrado finalmente el respaldo del ministro Garrido Lecca, quien en varias ocasiones ha visitado Iquitos cuando aún era candidato y de la mano Vargas y del recordado ex alcalde Juan Del Aguila por el tema ese del agua en el que ahora Arana está más metido y no sabemos con que reales intenciones. (Hay más de 1000 millones que Agua Para Todos va manejar y eso parece que se defenderá con uñas y dientes en este sector aprista).Por eso – en vista que al APRA le falta más de cuatro años para que deje de ser gobierno – propongo que sea Víctor López Orihuela sea el aprista que maneje este programa, no sólo porque ya labora en el seno del Ministerio correspondiente, sino porque es un aprista que conoce de zonas urbanas en Lima y en provincias y hasta lo que conocemos por su paso por Loreto, es también un político mucho más sensible de lo que al menos se ha visto a Arana con sectores populares.


Por si acaso no es una propuesta de un amigo o franelero ni nada por el estilo con el popular “moneda”, pues incluso debo ser uno de los periodistas que el ex asesor más odio por estas tierras, sino es una apreciación del manejo de zonas populares y conocimiento calculado y político que realizó de las zonas de Iquitos como parte de su trabajo en la Municipalidad Provincial. A diferencia de muchos periodistas que hablan de su mal desempeño y de su mala influencia en la gestión de Del Aguila, estoy seguro que si alguien tuvo que ver con el sostenimiento de la gestión anterior, ese era Víctor López, pues a diferencia de muchos, dizque apristas, tomaba su trabajo con un rigor de obrero de partido y con mucha interpretación del proceso social amazónico. Más le deben los apristas en Iquitos al propio López Orihuela que al propio Juan Del Aguila.Ahora, hay un hecho evidente que cuenta a favor de Iquitos y es que de ingresar a estas esferas López Orihuela, el respaldo a los proyectos de saneamiento en Loreto serían, – aunque sea en el papel – más auspiciosos.


Repito, este ex asesor ya está metido en el cogollo aprista del Ministerio de Vivienda y Construcción y aunque me parece que no difiere mucho del pensamiento mantillista, sería una carta nueva de esta gestión con un lenguaje directo y avispado que no tiene este susodicho Arana. Le limpia la cara al gobierno y de paso Iquitos tendría más expectativa operativa con el saneamiento, total, si cae algún día López, seguro que caerá con algo parecido por el que hoy están a punto de salir el grupo de Arana, sino recordemos cuál era el comportamiento de Lopez Orihuela cuando llegaba Alan García a Iquitos, el de un guardaespaldas y ferviente búfalo.

Las dos universidades


Desde hace años la nueva directiva académica y administrativa se ha empeñado en promocionar que ya no existe dos Universidades Particulares de Iquitos (UPIS) como lamentablemente ocurrió desde hace años lo que devino en una crisis que apartó a los alumnos y padres de familia pero que fue cambiando poco a poco con esta nueva directiva hasta el punto de desaparecer a la otra Upi, la de la Próspero o Morona y con esto muchos aceptaban que había quedado consolidada o “institucionalizada” la casa de estudios más importante de Iquitos, luego de - sólo en algunas facultades – la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP).
Estoy convencido que en unos años más la universidad particular u otra del mismo corte superará en todos sus niveles a la nacional. (Salvo un cambio de actitud y una limpieza de por lo menos el 80% de sus profesores mediocres lo que obviamente incluiría una poda de argollas y beneficios personales de las que gozan sus dirigentes y directivos por lo cual será prácticamente imposible el cambio). Pero no lo hará por meritos totalmente propios sino por una exigencia del mercado y la presión externa de la competencia que ya se puede sentir en otras universidades descentralizadas que han empezado a encumbrarse, no sólo sucederá en Iquitos sino ha pasado en otras universidades por eso en Piura, Trujillo y Arequipa las particulares tiene más prestigio académico que las nacionales y no tanto por su infraestructura sino por la enseñanza que es al final de cuentas lo que cuenta en una universidad.
Para consolidarse, como en La Católica de Lima, promueven las becas y semibecas para los estudiantes pobres con alto rendimiento y entonces se hacen de espacios marginales que le dan un verdadero aire de universal. Este proceso se empezará a dar en la ciudad, pero con problemas, argollas o consignas partidarias seguramente que se frenarán aunque no sé si retrocederán. Lo peor que tiene una universidad es el compadrazgo partidario, porque abre la puerta al amigo o compañero y relega al capaz y renovador, canaliza la consigna del “favor” con la excusa de mantener una “propiedad” por el hecho de haberla salvado de sus problemas legales y encumbra a ciertos “intelectuales” del partido para dirigirla, sostenerla de espaldas al abanico de alternativas prácticas e intelectuales y sin querer queriendo la vuelve en autoritaria, con una presencia bonachona y con cara de abuelito feliz y con poses más o menos decentes, pero autoritaria al fin y al cabo.
Por eso aprovechan los que pierden, aquellos maestros y directivos que compartieron el poder de la universidad particular, pero que por plagios a profesores de otras universidades o por incompetencias legales (como la de enseñar en otras universidades), ahora salen a la palestra denunciando irregularidades que callaron cuando compartieron las más altas oficinas de la universidad. La competencia los desaparecerá finalmente a todos, lo lamentable es que a costa de haber espantado a los alumnos a otras universidades de Lima o del norte o de las mismas que ya están apareciendo con panoramas más gerenciales, prácticas y modernas y sobre todo, convocando verdaderamente a los que más destacan, sino preguntémonos quienes y a que grupos pertenecen los que ahora gobiernan la nacional y la privada y se darán cuenta que encontraremos una respuesta desalentadora.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Adios Iquitos II




Dos chelas van a tu nombre José Morante, un “parche” que no se acabe toda la noche y que la madrugada nos devuelva a las buenas infamias y perdures aún, siempre en tus 50 gramos que me acompañarán hasta que me pagues el muchame que me debes. Ya habrá tiempo y harto alcohol. Luz Marina, ojalá no cambies nunca, contigo el periodismo se dignifica. A los amigos que encontré en La Región, al chato Erick un eterno enamorado de la ideal que nunca llega, a la flaca de entonces, Carolina, sigue así de vehemente y no creas en todo lo que te dicen. A los colegas del Rosa Agustina que han hecho que mi perspectiva y cualidad de docente (al menos creo que algo de eso tengo) se acentúe. A Italo, Nestor y esa tribu que se las trae cada vez que se pierde. Hablo de ellos y me duele la úlcera.Al profesor Martín y Daniel, dos extrañas personas de Ica que se comprometían en asistirme amicalmente siempre, extrañas por honestas y por la fácil confianza que generan. Ellos si se quedan porque lo que buscaban con ansias, aparte de la patasca y el vino que nunca hubo, lo encontraron: el amor.


Hasta siempre a una radio que debería ser el referente a cualquier comunicador del Perú. La Voz de la Selva (LVS digital). A Oraldo Reátegui. Entrega esa forma didáctica de entender la radio a toda esa gente distraída e inepta que construye como puede la FM. A Mary Pérez, mil mujeres en una pequeña, fuerte, directa pero sobre todo honesta. Nunca te mueras. Al Pato Darwin. Si alguien fuera inteligente hace rato ya lo hubieran llevado como el principal asesor sobre temas regionales, cómo el no hay, pero hay tanto impresentable en los fueros de la política regional loretana que esta gente inmensamente valiosa pasa desapercibida. ¡Casate ya con Viviana compadre!


Al Salvador, Ruben con su inmejorable humor, Jaya, El Chinín, Mafaldo, Karina, la Sra Olguita. (ya me convertí seño) a Jhon y todos los que hace ahora la radio ojalá nunca se cansen y sigan sintiendo la radio en las venas. No se olviden que mientras más nos detesta el poder, los que somos de verdad, más periodistas somos. Mi pasión no era la radio, me fascina, pero no tengo el talento suficiente para descollar (creo, sigo creyendo ). Lo mío (sin vanidad ni petulancia sino todo lo contrario) son las palabras escritas. Desde que leí unos artículos en Kanatari (donde escribí algunas semanas y donde me premiaron por un cuento navideño loretano ”raro, muy raro”) me impresionó las referencias de la prensa regional, tan apabulladamente directa pero sobre todo de un semanario hoy diario. Era Pro y Contra.


Confieso que cuando llegué quise fervientemente escribir en El Oriente. Para cualquier periodista del mundo debe ser tranquilamente erótico laborar en un medio de las características del decano, pero imagino que nunca se concretó porque me atrapaba la incidencia y el desafío y muchas veces estos dos principios del periodismo político, pueden más con el romanticismo. No soy de pedir favores y eso sí (el orgullo) es algo que se ha instalado en mís tuétanos, pero cuando Jaime me propuso ingresar a Pro y Contra primero como colaborador y luego como periodista “raso, siempre raso”, no dudé.


Me gusta el estilo desenfadado que fácil camina con aquellos diarios alternativos y de secta, pero que a veces influyen más que los tradicionales y de estereotipo formal. Lógicamente aquí encontré bastantes animales nocturnos.Un impresionante animal que no duerme y si lo hace se cansa pronto, incansable bebedor y seductor inconsciente: el Potrillo, capaz de cualquier hazaña de guiness que tenga que ver con la resistencia en la máquina, la radio, la televisión y tiene tiempo para las que mal pagan. A Gregoire y su pasión paternal a Douglas y su buen romance con la edición a Marco Antonio y su impertérrito espíritu policiaco, al chamo Angel y su acelerada picardía a los muchachos de la imprenta que se esconden, se pegan, juegan, riñen, ríen y viven interpretando en la vida real una familia. Al temerario Jaime. Desde hace años me contaron fábulas y cuentos de su vida azarosa y romances políticos, pero una a una he ido descubriendo como aquellos dedos acusadores eran mil veces ruines y doblemente bajos que Vásquez Valcárcel. Habido muchos que nos han estigmatizado ante el “gremio” y por angas y por mangas nos apuntaban como los apestados, eso tiene un doble merito porque no quiero vivir en la comparsa, en la banda, en el común, en lo oficial en esa doble moral del oficio y Jaime piensa así.Una tarde estaba en la calle cuando un “amigo” me recriminó el hecho que haya dejado una radio para ir a un diario que había apoyado la dictadura y en donde sucedían cosas extrañas porque la reputación de sus integrantes era la más sinuosa del “gremio”. Sin querer, en vez de asustarme lo que hizo fue empujarme. El verdaderamente “callejero” y conocedor de mil bares marginales sabe que este oficio se alimenta de lo extraño y lo peligroso y si uno no está dispuesto a sufrirlo entonces que se vaya a pintar uñas. Pero, como muchas cosas en la selva, las mayores diatribas habían sido inventadas por ese rumor que en el aire le dicen “El Sinchi” y se encuentra desde Nanay hasta el último metro de la carretera cimentándose en el tiempo como un verdaderomito urbano.


Ningún cojudo iletrado y cojo verbal va decirme lo que representa Pro y Contra para esa chispa cultural en Iquitos, un diario que me ha permitido estrechar la mano de Bryce debe mi respeto y orgullo perpetuo. Por eso voy a pasar de la defensa oral a la otra defensa ahora que me alejo de el si es que alguien, por allende, diga que en Pro no hacemos periodismo.

Adios Iquitos I


Desde un inicio me di cuenta. El ají charapita tiene mil sabores más que el rocoto de huerta arequipeño. Tiene mejor olor, es más pequeño (a) pero le da un sabor suficiente como para suprimir el resto de condimentos. Prefiero la carne de monte que el popular “charqui” que venden por quintales en los mercados del resto del país. Hay centenas de resultados con esta carne. A veces puede ser de venado, sajino y hasta de un sabroso mono. Admiro esa capacidad en la selva de suprimir todas las complicaciones semánticas y encajonarlo todo dentro de un solo rango para definir mil cosas. “carne de monte” que en realidad significan mil sabores, mil colores, mil noches.Y esas madrugadas en Ramírez Hurtado envuelto en las hojas de la madrugada y bijao viendo, pero en serio, el arco iris del amanecer con dos litros de ron en las venas y por si acaso algo de esperanza en el destino de las profesiones que escogí.
Saborear el caldo de gallina regional (presa presa) que al lado de la sopa resucitadora de la Av.Canadá en Lima, es un caviar. La salsa de cocona mezclada con el culandro (Sacha culandro) verde verde en medio del tacacho de Nanay a la sombra de las calaminas viejas y torcidas por el feroz viento que siempre amenaza y con el sabor a llovizna huarmi es imposible retirarla de mi memoria la cual, estoy absolutamente seguro, me castigará por el resto de mi vida si es que no cumplo con el objetivo que hice al llegar, escribirlo todo y para eso hay que tener la distancia suficiente.
Decía Beatriz, una amiga de España que ahora amenaza con volver porque no soporta dejar a sus ahijados, que la gente no extraña los lugares sino su gente. Las mesas de redacción, las comisarías, los hospitales, las morgues, los ríos pequeños, los grandes y temerarios, los parques, las calles llenas de voley y futbol, las tuberías vacías, el barro hasta las rodillas, mi primer barrio de fumones, el segundo lleno de bombas caseras, el tercero en la zona light e insípida de Iquitos y el último donde me han inventado todos los géneros que nunca pensé hubieran existido. Son estampas permanentes, indelebles.Una noche llegué a Iquitos cuando el cuadro de inscripción para obtener una plaza de nombramiento en Educación estaba por cerrarse. Sin conocer a nadie y sólo con la intuición del despistado que cree que es impune porque a nadie le cuesta su existencia, desprotegido y hasta irreverente, ya estaba trabajando en “el mejor colegio del mundo” cuando muchos de mis compañeros profesores y también los periodistas de Arequipa me buscaban como todos los fines de semana para calentarnos con un “Caldas” en el conservador parque del Espíritu Santo y bajo un asesino 4 grados de temperatura que, “si no te mataba, te dejaba loco”
.Con las mismas he buscado por los recodos de la ciudad caliente un espacio para disfrutar de las dos cosas que sé hacer. He corrido como sangre turbulenta por La Región, La Voz de la Selva y Pro y Contra, no he querido cansarme porque sino estoy seguro que muere mi pasión (además no tendría para vivir) por eso cada vez que despierto me reinvento para no perder el hilo de la coherencia, aún así, creo que no ha sido suficiente y ese maldito complejo sureño con el que nacemos los que nacemos en Arequipa al menos a mí nunca me ha funcionado. Nunca me ha gustado estar “al lado del camino y fumando mientras todo pasa” y aunque una de las cosas que más detesto es el egocentrismo y el periodismo para periodistas tengo que confesar que no hubiera podido digerir estos años si no habría conocido a gente tan valiosa e incomprendida a quienes les debo casi toda la imaginación y demonios que anidan irremediablemente en mí y que es necesario despedir o al menos intentar hacerlo con todo lo que se pueda tomar.

Santiago


Santiago decidió viajar al desierto para conocer las pirámides pero principalmente para encontrar el tesoro que sus sueños tozudamente le habían encargado. No le importó dejar sus costumbres y formas, gentes y rutinas, abandonar la pileta de bronce de su parroquia, el ombligo del mundo. Cruzó el Mediterráneo y entre gente desconocida y una cultura diferente partió el caminó con sus pies para verse frente a la más grande de todas: Keops. Escarbando metros abajo para encontrar el oro la plata y joyas de sus sueños un golpe lo sacudió y tras de ellos los facinerosos del desierto lo asaltaron llevándose consigo todos los ahorros de su vida. En medio de los puños y diatribas, Fajardo, el delincuente mayor y el más salvaje de todos, notó que su hablar y sus formas no eran las propias por eso en medio de la turbulencia se detuvo para preguntarle.


¿Qué haces aquí forastero?, - Vengo siguiendo un sueño - le contestó Santiago ensangrentado y casi desmayado por el dolor. - Por un sueño vienes desde tan lejos dejando a tu familia y tu poca fortuna para perderte en el desierto - se burló Fajardo. – ¿Y qué sueñas, forastero?, le repreguntó. - Que cruzo el Mediterráneo y frente a las pirámides encuentro el gran tesoro que estaba buscando -. Fajardo entró en profundo ataque de risa y contestó. - Yo también sueño que cruzo el Mediterráneo y en la ciudad del frío, en una parroquia, exactamente en una pileta escarbo y encuentro oro y joyas preciosas y tú crees que voy a ser tan loco de dejar mi patria y mis costumbres para ir sólo en busca de un sueño -.


Santiago recobró el conocimiento, cruzó el Mediterráneo, llegó a la pileta y cuando escarbó encontró el tesoro de oro, plata y joyas se sentó en medio de la fortuna y se río con todas sus fuerzas. Pero Santiago, ahora, todavía no habla. Dice Yemira que me está esperando. Hace de todo, come bien, ríe mejor, corre, piensa rápido, mira televisión y opina entre dientes, arma sus rompecabezas y hasta escucha por celular, pero no habla.Primero da el paso derecho y luego el izquierdo, se tambalea como un columbio y parece que se cae pero no lo hace, vuelve a imponer su pie derecho y si alguien lo quiere ayudar grita, la mayoría de veces, o llora en algunos casos. Se cae sentado y puede comer tierra de vez en cuando y entonces conoce el sabor al desierto, se levanta nuevamente, vuelve a tambalear pero cuando escucha música vuelve a recordar el trópico y se estremece con el regeatown y no deja de bailar desenfrenadamente hasta el cansancio de la noche cuando cae dormido muy temprano porque normalmente madruga. Me dice Yemira que se levanta, se apoya en las perillas y entre las rejas recorre el inmenso diámetro que separa su cama de la ventana, le gusta ver el amanecer por los vidrios que dan a una calle pequeña y fría. Todas las mañanas espera y espera, no habla pero ya no te canses Santiago, que ya estoy yendo.

Me drogo mentalmente




Para los que hemos leído a Mario Vargas Llosa sabemos que verlo en persona es una de esas emociones que deben sentir los futbolistas cuando ven a Maradona, la que sienten los cibernautas al mirar a Bill Gates, o la valentía que tienen los socialistas al observar al viejo Fidel Castro. Una masturbación mental que sólo se puede comparar con la satisfacción plena de haber cumplido con el ritual religioso que lleva dentro los que aman la literatura como un arte eclesiástico. Pero conversar con él, es prácticamente una droga para el cerebro.De sólo pensar que el autor de La Casa Verde esta por el Pacaya Samiria en estos momentos y que Iquitos lo tendrá expuesto desde la selva, al menos por unos días, es un orgullo desde el punto de vista de la promoción de Loreto y de nuestros recursos naturales, pero personalmente es una envidia que espero sepan entender los estudiantes de las dos universidades y todos aquellos que en la selva hayan podido leer al autor de ¿Quién Mató a Palomino Molero?


Tuve la ocasión de presenciar su discurso que pronunció cuando fue declarado Doctor Honoris Causa en un auditorio de la Universidad Nacional san Agustín (UNSA), cuando era estudiante de periodismo. Recuerdo que todos mis compañeros nos matamos por estar cerca de él, nunca pudimos ingresar con sus obras – muchas pirateadas – y nos conformamos por estar una de las tantas aulas que se acondicionaron para seguir virtualmente con la ceremonia. Ya en la calle, recuerdo que algunos de nosotros , forcejeando con el resto de arequipeños que querían estrecharle la mano, llegamos para que nos autografíe una de sus obras. Incluso hubo algunos que falsificaron la firma del autor de La Guerra del Fin del Mundo, para luego sacar pica esgrimiendo la rúbrica del escritor cuando en realidad no lo tenía.


Ya en Iquitos escuché a mucha gente quejarse de Vargas Llosa por haber escrito Pantaleón y Las Visitadoras porque había sexualmente catapultado a la ciudad a nivel internacional con el título de “ciudad ardiente y libidinosa”, cuando en realidad hizo todo lo contrario, pues no sólo recreo una de las obras más estupendamente humorísticas de la literatura nacional sino que la personalidad del selvático salió brillantemente descrita. Incluso hasta turísticamente la puso en la agenda de millones como seguramente ahora, con su sola presencia, lo hará.Les tengo envidia y hasta me reprocho no estar en Iquitos en mi condición de periodista lo que hubiera ayudado mucho para conseguir un diálogo – aunque sea formal y distante – con el autor de La Ciudad y los Perros. Espero que tenga un contacto con el mundo intelectual de la ciudad charapa y ocurra alguna broma dentro de las circunstancias populares para que demuestre una vez más como el escritor necesariamente se alimenta de las vivencias cotidianas y de los hechos más inverosímiles que en Iquitos son constantes y eternos.Pd.


Me resulta indigerible que tremenda presencia en Iquitos pase desapercibido para los medios de comunicación escrita digital como el diario judicial que editorializa hace unas horas con una brillantez de ingeniería mermelera sobre un diplomático y luego se indigne por la poca presencia de autoridades en el estrado y no miren ni de reojo que en la otra acera estaba Mario Vargas Llosa. Si pues, esa tendencia a hacer las cosas de espaldas a la calle y siempre mirando benévolamente el "estrado principal", son las que nos llevan a desaparecer.

¿En qué momento se jodió el periodismo?




Siempre retumba en mi cabeza la famosa etiqueta con laque me encontré en la Universidad. “Con el periodismono pienses ganar plata”, no es que la peguemos desantos los que nos golpeamos a diario con esta suertede epitafio, pero es sin duda un martillo que amenazacada vez que contextualizamos en el periodismo.Siempre he estado de acuerdo con la vigilanciaciudadana contra el periodismo a cargo de notablesdesignados por las instituciones y los propios medios,una suerte de mecanismo de control sin que llegue a larestricción pero si tengo un peso o incidencia enmateria civil o moral, más que necesario es urgente ensociedades como las nuestras donde el ejercicio delperiodismo es una suerte de franelería y/o ataque sinpiedad, cuando no, chantajista.


¿A quien no le gusta la pluma de Aldo Mariategui, ese acucioso y culto economista que dirige el diarioCorreo de donde se han valido numerosos políticos paramaterializar sus intervenciones citándolo como sifuera la Biblia y ahora, más que nunca, el diario decabecera de Alan García, pues parece que las recetasque esgrime Mariategui en su columna a manera deeditoriales es seguido a pie de puntillas por elPartido del pueblo, por eso si Alan ahora tiene unasesor sin duda que Aldo es el más importante, es por eso que muchos han dicho que, no hace periodismo sinopolítica y hasta Hildebrant lo acusó de mezquinocuando en vez de callarse o aclarar su intervención enel caso del hijo (ex) secreto del presidente,Mariategui lo atacó, el chato, quien le había dadotribuna en la Tv. para opinar sobre economía en variosprogramas cuando no era tan popular y simplecolumnista de Correo, se pregunto después que casitodos los medios se alinearon para defender a Alan,¿Por qué tanta mezquindad?. Ahora resulta que debajodel puente corría harrrta agua.


Recuerdo que una columna de invierno del año pasadoAldo dijo que se levantó y de pronto observó desde lasventanas de su casa (seguramente en Miraflores dondeel sol sale primero y donde siempre es lindo), observóque el sol inusitadamente salió, preguntó al Hombredel Tiempo (Abraham Levy) que en ese entoncesconformaba junto con el ex Fap, Juan Coronado unorganismo que se llama Infoclima y coincidió con ellosque esa particularidad de invierno era causa de unposible fenómeno del Niño.Esto sistemáticamente lo publicó en su diario originando con el tiempo lacreación (sin que haya una emergencia) de Preven,donde confluyeron Giampetri, Pandolfi y un etcétera defujimoristas.


El Niño nunca se asemejó ni siquiera aun chibolo pero sí Infoclima y sus especialistas sehicieron asesores de “Agua para Todos” y lógicamentetenían intervenciones del propio Alan “preocupado” poresta amenaza, fue entonces cuando Aldito fue invitadoa Palacio a un almuerzo especial con el presidente,haciendo algo que les gusta algunos periodistas,coquetear con el poder y arrimarse tan cerca queempiezan a oler como ellos.El blog desdeeltercerpiso.blogspot.com, desnuda partede este “Niño de Correo”, por eso no es casualidad queahora con el papelón Pandolfi sea minimizado, olvidadopor el medio y hasta reproche la actuación de losotros medios. Cuando escucho las intervenciones deestos “periodistas” al momento del control del estado(no del gobierno) sobre estas actuaciones y su sanciónante la ciudadanía, me doy cuenta que los interesesson otros, y esta retórica de la libertad absoluta noes otra cosa más que el lobo disfrazado.Se parecetanto algunos que conozco en provincias que hacen lomismo, no con los millones que cuesta valorar lasnoticias desde un medio nacional, pero sí con lasmismas costumbres, el agua, el trabajo para mihermana, mi cuñado, mi esposa, postulante en la listaa mi primo, a mi hija. Me acuerdo que uno hablaba decarencia del agua y criticaba en Iquitos a losfuncionarios del organismo responsable pero cuando“exigía” agua para su local, se negaba a pagar los 30soles del cisterna en desmedro de sus vecinos pobres,si pues, y son los que más se arañan con el tema de lamoralidad. Parece que fuera un espiral, se repite y serepite.P.D. Gracias por el saludo de cumpleaños a todos. Aldiario, a los patas más que colegas. En cualquiermomento les caygo vayan congelándolas.