miércoles, 26 de marzo de 2008

Una historia sin fin




Es viernes 7 de marzo y una llamada me desconcierta. Un profesor, metido en el sindicalismo regional me advierte que su colega de una institución educativa de prestigio consiguió la prueba de evaluación para el nombramiento, me da datos, precios y algunos nombres que reconozco y otros no tanto. Al día siguiente es sábado y la curiosidad de un hecho inusitado me lleva a buscar al docente que incrementa sus datos pues ahora me da cifras. “Dos mil soles pagaron por la prueba” e incluso me da los detalles de las preguntas.

La prueba transcurre con la más absoluta normalidad, excepto de un dato que luego cayó en saco roto. Una fiscal habría encontrado a una maestra con un papel con algunas claves supuestas de las respuestas de al menos de unas 60 preguntas. La prensa indaga a medias y el tema aparentemente se cae, la propia fiscal dice que todo fue normal que no hubo sobresaltos. Aún así muchos profesores advierten que algunos dirigentes apristas conocidos conocieron de la prueba con anticipación, dan nombres de algunos de ellos, muchos ligeramente honestos que me resisto a creer. Empieza a crecer la fábula pues esta supuestamente se repartió entre algunos allegados al partido y algunos otros que pudieron pagar los 600 soles que costó ahora esas 60 preguntas, incluso señalan que en un colegio piloto hubo un grupo de ellos que resolvió la prueba, pero el tema se queda ahí.

Los días pasan y se toma el examen a los que no pudieron dar, es noticia sobresaliente las embarazadas por lo que el mismo Alan sale a ordenar que se nombre a esas madres “pues es claro que tienen toda la intención de ser buenas maestras”, pero la prensa capitalina no le sigue el rastro a este compromiso que entra en abierta contradicción a la ley que el ministro impuso con todas las ganas apristas de querer joder a los maestros. Salen los resultados y Loreto es uno de los abanderados en resultados, salen 38 con más de 14 puntos lo que acredita nombramiento automático, lo que contraviene nuevamente la norma nacional pues se señala que esa nota es sólo el primer paso para entrar a una segunda etapa donde se evaluará al maestro en toda su dimensión, currículo, entrevista, clase magistral, con participación de sus colegas de padres de familia, pero esto no es noticia, la noticia es el primer puesto loretano un docente pequeño que no es reconocido entre sus colegas como el mejor, es más, el mismo reconoce que nunca fue de del tercio superior, pero salió primero y no es bueno quitarle mérito.

Se les entrega computadoras y sale en los medios nacionales. Está bien digo yo porque se lo merecen. Sin embargo siguen las llamadas y es ahora dos profesores de la Universidad, cada uno por separado, que advierten y señalan abiertamente que “esa no es la mejor manera de nombrarse”, me admira su convicción de maestros fogueados en el arte de reconocer a sus pupilos. Esta vez señalan que un miembro de la fuerza armada que cauteló la prueba habría tenido responsabilidad en la “filtración” de la prueba que se desperdigo como un espiral y algunos alcanzaron a resolverla, otros “taquearon” otros memorizaron, otros no se atrevieron. “El mundo es de los pendejos”, suspiro. Pero señor así no, así no”, afirma una docente que tuvo la propuesta de los 600 soles y hasta entra en escena un decano.

Me llama la atención de los 38 sobresalientes y voy a verificar nombre por nombre de quienes se trata. Sospecho que es una sana competencia generada por la migración de miles de maestros desde 1999 que aquí se les llama afuerinos y que han sido castigados con la indiferencia y la mezquindad pero que han contribuido en la unidad y en el rendimiento académico que algún día alguien tendrá que registrar, pero no, no existe casi nombres de ellos. Bueno digo, esta bien que los mejores sean loretanos eso le hace bien a la educación, pienso.

Voy a conversar con los maestros ganadores de computadoras, de bibliotecas, de maestrías y doctorados, entrevisto uno por uno. ¿Qué piensa de esos maestros que aseguran que ustedes tuvieron la prueba?, algunos no dicen nada, algunos dicen que cada uno sabrá en su conciencia, otros que su preparación fue ardua y otros se salen de la fila donde están para evitar una respuesta, Eso me admira, pero no los podemos obligar a un comentario ponzoñoso ¿o no lo es?. Voy donde el primer puesto y me dice que no tiene comentario, ¿pero alguna reflexión le merece? “no” me dice con esa mirada triste y de resignación que tiene pero que contratas con su primer lugar. Me alejo porque es obvio que son los mejores y uno no tiene derecho a molestarlos, finalmente, dice el primer maestros que me alimenta de estas suposiciones, “los gallos se ven en las canchas. “El mundo es de los pendejos”, concluyo.

martes, 18 de marzo de 2008

Los profesores de mi región



He notado con alegría que muchos de los docentes loretanos se han visto reconfortados con el profesor Wilson Shuña que ocupó el primer lugar en el concurso nacional y lo han tomado como un triunfo personal, un ejemplo y una advertencia para el resto que tira barro contra el sistema educativo regional. Esta bien y yo también pienso de esa manera pero hay más de sólo un 15. 80 puntos de nota tras los resultados del examen de nombramiento.

Los 546 maestros que ocuparán una plaza en la próxima contratación debido a su nota aprobatoria, es otra muestra del orgullo regional. Si el primer puesto de Shuña les pareció excitante, los 546 son una orgía de números sólo superado por la enorme Lima y Arequipa. Como para decir “y donde están y donde están, los m…. que decía que nos iban a ganar”. Pero no es tanto así, el proceso educativo en la región se ha enriquecido no con estos datos producto del examen sino de sucesos que durante casi una década han venido sucediendo con una frecuencia que debiera ser superior.

Desde 1999 los profesores de otras regiones o “afuerinos” como los han llamado han estado llegando en cantidades, en algunos años, superior al medio millar. Que, entre contrato y contrato se han ido nombrando gradualmente y, cuando un estigmatizado Rivadeneyra les prohibió el nombramiento, ya se habían instalado en todas las provincias de la región generando lógicamente celos, rencillas, envidias, odios, enseñanza y también risas. Sí, muchas risas, porque no hablaban cantando, porque no se vestían en trópico, porque se les escapaba la “e” cuando debieron pronunciar la “i”

A lo largo de los últimos años he registrado en la memoria muchos casos de esfuerzo y progreso de algunos de ellos, que en muchas ocasiones eran mujeres solas que sin ningún arraigo regional se vinieron dejando todo por ejercer su vocación. He visto como muchos de ellos se han mimetizado muchas veces mejor que los propios, se han encumbrado en cargos políticos y también he visto de los otros, de algunos que ingresaron a Guayabamba por violación o maltrato. Pero los casos de esfuerzo y aporte han sido mayores al perjuicio, por eso cuando observo poco a poco la lista de los 546 no dejo de sorprenderme y hasta reír porque muchos de los registrados son ellos, que por propio esfuerzo se han ganado un lugar en la lista engrosando el orgullo regional y esta bien que sea así.

Porque las voces de los superficiales han dicho hasta el cansancio que se trata sólo de buscar el nombramiento y luego irse con “su plaza” como si se tratase de un “robo” al presupuesto regional, lo que demuestra no sólo ignorancia sino una tremenda malicia e intolerancia. He escuchado que son los desempleados sin oportunidad en sus regiones cuando los exámenes están demostrando lo contrario. No piden que se les agradezca, es más, muchos de ellos quieren ser reconocidos como naturales de la región, pues no sólo ya hablan, comen como loretanos sino que se han casado y tenido hijos y aceitado con su trabajo el engranaje productivo de nuestra zona. Se han enamorado de su clima y de su tranquilidad y no están dispuestos a irse, por el contrario desean quedarse para impulsar la región y en una generación más – de repente – estar hablando contra los que llegarán, algo así como sucede ahora con los que llegaron antes.

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miércoles, 12 de marzo de 2008

El Teléfono rojo




Lo que queda claro cada vez más y con mayor evidencia es que los políticos han empezado a plantearse una campaña política permanente en aras de convertirse en los elegidos en los próximos comicios. Es decir, ya no interesa tanto -como antes- “hacerse el muertito” y separarse un poco de la política para no “gastarse o exponerse” demasiado, lo que finalmente puede abonar en un hartazgo de su figura en la opinión pública. Ahora vemos con mayor frecuencia que los candidatos aparecen en una incesante campaña, en esta temática repetitiva, aparecen no sólo los candidatos perdedores sino también los que nunca tuvieron la oportunidad de ser elegidos en algo.

En el caso de Iquitos esta afirmación es válida. En diversos medios los ex candidatos a la provincia de Maynas como Jorge Monasí, en Punchana Juanito Cardama y Balmes Flores en Belén -por poner algunos ejemplos- se mueren por salir a la palestra sin algo definido para hacer noticia, no tanto por lo que dicen sino dejar sentada su “obra”, es decir las campañas que menudamente realizan en aras de sus vecinos.

En la campaña en los Estados Unidos existe en la actualidad una campaña que podría dar cuenta de una estrategia válida para los electores en tiempos de “guerra por el voto”. Se denomina el Teléfono Rojo, es un spot donde los asesores de la senadora y ex primera dama Hillary Clinton, ataca al también precandidato demócrata, Barack Obama, por su inexperiencia y su corta edad. El anuncio muestra a una niña durmiendo y un teléfono rojo sonando en la Casa Blanca, mientras un narrador advierte: "Son las 3 a.m. y tu hija está segura y dormida. Pero hay un teléfono en la Casa Blanca y está sonando. Algo está pasando en el mundo”.

El anuncio no sólo advierte la edad del primer candidato negro con opciones de ser presidente de los EE.UU. sino que alude a otro temor paranoico de los americanos que es el llamado de algo peligroso a través del denominado “Teléfono Rojo” y que el niño no podría asumir con responsabilidad. Por supuesto que esto ha significado un impacto tremendo en la gente de Obama, pues no sólo han salido a atacar a la ex primera dama sino que demuestra que este es el punto más sensible de Obama: La inexperiencia en un posible mandato. Esto también lo denota Clinton en cada uno de los debates como una grabadora malograda con el propósito de acuñar esta propaganda en las mentes de sus compatriotas y ganar las primarias (como al parecer ya lo está haciendo), con algo a lo que aluden siempre las estrategias de los asesores en América, la propaganda del miedo. ¿Estaré seguro si gana este candidato?, ¿los terroristas nos atacarán y podremos responder?, ¿Tendrá suficiente autoridad este candidato?, etc…

Esta estrategia que generalizan los asesores de Clinton parece haber dado ya sus frutos. Parece que el respeto y el cuidado de la familia como criterios fundamentales en las campañas han pasado a un segundo plano y el hecho que el esposo de Hillary haya estado en amoríos con una practicante cuando ésta era primera dama, es decir la infidelidad más que un descrédito es un crédito que han sabido capitalizar. En sociedades machistas como las nuestras, ¿pasaría lo mismo?, entonces ¿cuál podría ser el teléfono rojo, por ejemplo, en nuestra ciudad?

Al pintarse la presencia de algunos candidatos sin la menor intención de hacerse los muertitos, como es el caso de Rivadeneyra en la región, la mejor pregunta válida en casos similares en una localidad tan particular e inverosímil como la nuestra es: ¿vale este candidato? El género y la experiencia son valores que no toma en cuenta la gente, talvez la simpatía y lo campechano - regional que es una variable “de valor” en lo anímico. Asociar lo semántico de una frase tan trillada pero certera con la imagen del postor es demoledor si apreciamos que “Si Vale” es porque seguramente es atrevido y conversador que tiene simpatía, y de repente éxito. Podría convertirse en el teléfono rojo de los susodichos.

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lunes, 3 de marzo de 2008

El Tapiche se los tragó



Crónica de una tragedia más

Es jueves en la noche y llueve incesantemente en el Tapiche. Los vientos arrecian y cada son más fuertes y amenazan cualquier tipo de vida en esta zona de la Amazonía. El Santa Elena viaja con sus 28 metros de popa a proa con una lentitud propia a sus cien pasajeros que carga encima, más arriba de ellos cientos de bolsas de cemento, fierro, combustible, animales, hamacas y por sobre todo, lluvia, intensa lluvia y vientos que allá, cerca de la comunidad selvática de Galicia en la provincia de Requena, están a punto de anunciar la muerte.

Jin Pool de 16 años, está por dormir, pero presiente algo malo en medio de la tempestad, escucha al patrón de la lancha quien ordena que los que puedan balanceen con sus cuerpos la nave. Está por tumbarse, los desenfrenados vientos están a punto de rendir sus resultados y todo a su paso se cae. Entre todo, claro, el Santa Elena. Jin Pool observa que algunos lo siguen, al menos los que no han podido dormir, porque la travesía en río y cuando cae la noche y llueve el clima se vuelve tan fresco que es un antídoto natural que seduce al sueño y la mayoría de los casi cien pasajeros ha sucumbido a la invitación. Sobre todo los niños. Jin se ha hecho hacia a la derecha o talvez hacia la izquierda: babor o estribor gritó el patrón, ya nadie lo recuerda con precisión porque en ese instante empieza a hundirse el Santa Elena en medio del Tapiche que una vez más se ha cobrado sus víctimas, no como pago, pero si como advertencia de la naturaleza.

El agua está como chocolate frío pero nadie se da cuenta porque es una oscuridad total, los gritos de los niños y las mujeres son aplacados rápidamente por las cientos de bolsas de cemento que empiezan a caer en sus cabezas. Como si no fuera suficiente la tragedia de perecer en un río amazónico en plena noche y con una implacable tormenta, los sufridos soportan que todo lo que lleva encima en Santa Elena lo soporten al mismo ritmo con el que la bodega empieza a voltearse en 180 grados para testimoniar bajo su plataforma que los quinquenios y decenas de trabajo informal por los ríos, ahora, sí ha pasado la factura.

En medio de todo y nada, Josefa Pacaya se despierta cuando el agua le hace perder a su hija recién nacida a quien sostenía entre sus manos y su cuerpo cansado. No es tiempo para llorar empieza a bucear entre las hamacas que a esas alturas lo han enredado todo. Intenta buscar no sólo a su última hija sino a todo los que pudiera hallar con vida. Encuentra a su sobrina y a otra hija mayor a quienes el instinto de conservación de la vida las ha llevado a buscar un espacio reducido entre el agua y el piso de la lancha que ahora resulta ser en realidad el techo. Las encuentra y se anudan entre ellas para aguardar el rescate. Lloran un poco las niñas, mientras el combustible y las botellas de cerveza empiezan a naufragar junto con ellas, como un mensaje que las confunde aún más.

El río Tapiche es un río enorme para los ajenos. Para los propios no lo es tanto. Se trata de una arteria de agua que las vierte al Ucayali que es el hermano mayor y el que si convocaría la atención de todos. Aunque es tiempo de crecida, el Tapiche no luce feroz, por eso talvez - han pensado algunos sobrevivientes más ágiles – la ayuda ha demorado en llegar. Las embarcaciones naufragan casi siempre en los 348,177 Km2 que tiene de extensión de Loreto que representa más del 30% de la superficie nacional. Salen de los puertos no sabiendo cómo y durante el trayecto cargan y descargan que hace imposible tentar un registro de ello, por eso un lugar en extrema pobreza como Galicia, no importa tanto, siempre y cuando no se trate de muertos por eso los medios de la lejana Lima se han preocupado y como colofón los que también debieron hacerlo se han puesto las pilas, pero ya es demasiado tarde.

Los muertos van aumentando minutos a minuto y los seis que eran el viernes en la mañana se van triplicando y llegado el lunes se dicen que son 66. Como si fuera un mal presagio se completa el número de la muerte. Los cuerpos son carcomidos poco a poco por las especies extrañas de la zona, algunos flotan porque se descomponen, son reconocidos y los lloran todos. Los periodistas regionales han disparado a mansalva contra todos, y eso hace que nadie se sienta responsable, los de la capital dicen que insisten en que es “Trapiche” y no “Tapiche” lo que hace más in-creíble la noticia y ya algunos empiezan a dudar de la tragedia en sí. Parece que el futuro se repetirá como hace centurias, Jaime empieza su programa y la canción dice: “Los caminos de la vida no son como yo esperaba, no son los que los que yo quería, no son los que imaginaba…”. Hay dos días de luto.

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