El Fin de la Prensa

A propósito del día del periodista

Los días están contados para la prensa tradicional en el Perú. Los últimos reportes del tiraje de medios escritos apunta a su desaparición y la culpa es casi exclusividad de los periodistas y propietarios que poco a poco han aniquilado al cliente. Aunque no se quiera admitir resueltamente, más que la búsqueda de información y entretenimiento, el público lector acudía a los medios para confirmar su posición (ideología o política) frente a su realidad, por eso algunos medios siguieron perdurando y efímeramente aumentaron su lectoría cuando allá por los 80 ya se anunciaba su ocaso.

Se aferraron con uñas y dientes a una visión apocalíptica que anunciaba el fin de todas las artes del “mejor oficio del mundo. No. No fueron las facultades de comunicación que trajeron abajo la reputación del periodismo. Talvez el descrédito de estas instituciones por la mayoría de los intelectuales del periodismo demostró, eso sí, que la tecnología trepidante y los nuevos instrumentos creados avanzaban con mayor habilidad que la propia atención de los que se formaban en estas escuelas y los terminaba por abrumar y peor aún, enamorar (que ya sabemos es un sinónimo de la idiotez). Se engatusaban por las luces y el brillo efímero del micrófono y la cámara digital y pensaron que el periodismo finalmente resultaba un atajo corto al reconocimiento y “fama” desquiciante a la que aspira nuestra juventud “X” y en ascuas psicológicas.

Así sucedió por años y nuestras facultades resultaron, en algunos casos, la titulación del mediocre en contrita de un periodismo contestatario, inquisidor analítico y profundo y a favor de un atorrante para el periodismo de las perillas, los swuichert, on , off, grabando, al aire y la filigrana del narcisista.

El periodismo finalmente lo malogramos todos La Universidad Católica ha publicado hace unos días una encuesta al público sobre su percepción sobre el periodismo en Arequipa y se comprobó con cifras lo que realmente todos sabemos y no logramos decirlo para escondernos en un último reducto imposible. La encuesta en parte preguntó: ¿Los periodistas de Arequipa luchan en contra de la corrupción? Un 34% dice que sí y un 49% dice que no. ¿Comentan de manera imparcial y correcta? Un 15% dice que sí frente a un aplastante 74% que dice que no. ¿Coimean los periodistas de Arequipa? El 36 por ciento afirma que no. El 46% asegura que sí.
La gente no cree en nosotros, nos detesta y hasta nos califica de corruptos, aunque hay un porcentaje mayoritario cree que el periodismo fomenta la democracia, seguramente piensa que con los actuales periodistas eso no es posible. Si la decencia en los organismos pero sobre todo en el periodismo haría este ejercicio en provincias la percepción sería similar o peor. Nuestro periodismo siempre ha criticado la inexistencia de las instituciones en nuestro país, su debilidad o su corrupción. El 10 % aprueba al congreso, un 8% al Poder Judicial y un 19 % la presidencia. Todos alejados de la realidad, del sentimiento común tildados de elitistas y confabuladores de un sistema antiquísimo que ya no puede sostenerse, pero lo peor de todo ello, es la persistencia en el error, en lo mismo como si se tratara de un masoquismo nacional. El periodismo no está exento a esta percepción y por eso talvez su partida de defunción ya debería tener fecha. Ayer he asistido a la implementación del Nuevo Código Procesal Penal (NCPP) en Arequipa y parece que hay un importante camino que talvez de manera intima y proporcional a su función debiera hacer nuestro periodismo. En este nuevo sistema prevalecerá la oralidad y la acusación se eliminará la “reserva del caso” que tanto nos han enrostrado los jueces fiscales y policías cuando querían hacer en realidad sus barbaridades.

Talvez el periodismo tiene que tener un nuevo código que proporcionara una verdadera interpretación de la realidad, no ser repetidor de ese coro oficial que perturba e insulta al ciudadano, acusatorio, (en buena cuenta los malcriados de la radio alternativa hacen algo de eso sólo que en muchos casos con ignorancia) y volver a sus inicios como una manera de reinventarse para no morir.


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De Trenes y retrasos

1.- L mayor evidencia que existe carnalmente la demagogia en el Perú es sin duda el culebrón de concreto construido en Lima hace más de 20 años para el publicitado “Trén Eléctrico” y que jamás fue utilizado. Esta construcción ahora es el mayor símbolo del “grafiti” informal de la política peruana que bordea gran parte de Lima. Según la valiente regidora limeña Marisa Glaven (http://www.utero.tv/) y que obviamente no ha tenido respuesta en la prensa capitalina, en este tren ya se ha gastado casi 500 millones de dólares y no pasa nada, peor ahora que se anuncia un nuevo sistema de transporte para los limeños. Cuidado que este es un buen ejemplo para los que hablar de rieles.

2.- Pero habrá otro tren más en el Perú que costará casi 850 millones de dólares que unirá la selva y la costa (Iquitos – Yurimaguas) y que será construido por el Gobierno Regional de Loreto en alianza con el capital privado internacional (Brasilero – Chino, o viceversa). Si el estado peruano no ha podido terminar un Tren en la urbe capital, teniendo ya dos periodos de gobierno el APRA a cuestas, no quiero ni imaginar que el de la selva terminará en la intención del primer kilómetro de riel. Pero de algo si estoy seguro, el expediente se culminará, los primeros metros se proyectarán y hasta la maqueta hermosa se presentará en propaganda de una vida mejor en la selva, (reelección de por medio) pero de ahí a terminar la vía… Bueno soñar no cuesta nada.

3.- Si en la administración de justicia hay decencia, en las próximas horas el Tribunal Constitucional debe estar enviando inmediatamente a su tercer despacho fiscal a la Dra. Luz Loayza que investigó el caso “Lunarejo” y luego sorpresivamente enfermo para quedarse en Lima hace un huevo de meses dejando casi en el aire a su despacho. Ojo que la magistrado ha puesto como ejemplos el cambio que ha hecho el Poder Judicial en el caso de la jueza que vio el caso y que también despachaba en Maynas, estamos hablando de María Hernández y que lamentablemente el Poder Judicial no supo retener en Iquitos para poner imparcialidad en estos casos que observamos de prevaricato en jueces que dejan libres a comprobados narcotraficantes como bien hace seguimiento LVS (http://aa.cnr.org.pe/vselva/nacionales.html)

4.- Hablando de medios de comunicación, es lamentable, al menos para los que estamos afuera de Iquitos, que un hecho tan perjudicial como el derramamiento de tres mil galones de petróleo en el río Itaya pase tan desapercibido en los medios de la región. Entiendo que esto puede ser materia corriente en la selva, más aún si sabemos que la informalidad en los grifos es un tema harto tratado y poco solucionado y que los organismos de control como Osinerg son centralistas y padecen de sordera y miopía para el control, pero (siempre lo he sostenido en sociedades incipientes de control como la nuestra), son los medios quienes tienen que reemplazar estos organismo en la fiscalización. En fin a veces se nos pasa, pero llama la atención que a veces los medios capitalinos le presenten mayor cobertura a un hecho tan relacionado con el poblador de la selva y su consumo directo de agua.

5.- Es bueno que los apristas escriban en Pro y Contra. Creo que eso demuestra una apertura que no es sólo de auditorio sino un hecho concreto. Que esto signifique tribuna para un gobierno que sostiene un 19% de aprobación nacional y en algunas provincias llegando fácil a un dígito, demuestra también que los medios (mal que bien) desean que no se llegue al extremo de pedir la revocatoria del régimen y sostenerlo democráticamente. Pese a que el partido de la escopeta de dos cañones y muchos medios (ligados al decano nacional) se sumaron a esta posición en el gobierno anterior del “cholo” sin pensar que la historia es cíclica, que alguna vez te pasan la factura por lo que haces, que la vaca no se acuerda cuando fue ternera, que nunca se escupe al cielo, o que no se muerde la mano (democracia) que te da de comer.

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La Boca del Lobo

Las fauces de la justicia estarán esperando a Saavedra y compañía

Ya no es un secreto a voces el desmadre que quiere organizar el gerente general de la Municipalidad Provincial de Maynas cada vez que un certamen, fallo u opinión no le es favorable a él ni a su empleador y con el más descaro del mundo protagoniza bochornosos tumultos, movilizaciones y protestas al amparo del supuesto anonimato y ciudadanía de pobladores que más que lograr sus objetivos terminan desnudando las intenciones de este profesor que, nos imaginamos, cree con convicción que se encuentra gerenciando el indescifrable Putumayo, la zona que alguna vez la poetiza mayor , Ana Varela se refirió como “el Macondo peruano”.

Y lo peor de todo es que termina desacreditando sus propias acciones que tienen algo de cordura. Los que conocen las composiciones y compromisos municipales - empresariales, saben que la denuncia contra el tunante regidor Homero Llerena de parte de Rafael Temistocles Saavedra, correspondía sin duda a un pleito por resguardar esos intereses que encarna Saavedra, pero también, de establecer la denuncia ante los fueros legales era una manera de hacer justicia con la decencia en un cargo tan crucial como el de regidor provincial, y esa sola acción llevaba a pensar que era una decisión acertada y que la propia oposición aplaudió. Lamentablemente con acciones como las protagonizadas en la rendición de cuentas del Gorel no hacen sino echar por la borda cualquier postura de transparencia y temple para convertirse en una bribonada de baja ralea.

En el Putumayo – Estrecho, una localidad tan distante de los controles del Estado, con vinculaciones cercanas al movimiento de la guerrilla colombina y sobre todo con el escaso conocimiento de sus fuerzas sociales y de sus reacciones de antología que más perecen salidos de un libro de literatura, esas argucias de movilizar gente, de recrear protestas, de promover cortinas de humo pueden ser consideradas normales y mágicas a la luz de un pueblo a orillas de un río que acaricia otro país donde esas malas acciones pueden ser olvidadas o desaparecidas. En ese entorno se movía Saavedra y vaya que lo hacía bien, pero al gerenciar la segunda provincia más poblada del país (según últimos reportes del censo de INEI) esto sólo limita con el delito sino es un descaro.

Pero lo peor no es el montaje teatral de ver gente vinculada a Maynas en este tipo de protestas, ya sea ante las protagonizadas por un grupo en la discoteca Noa o en las anteriores protestas ante el Poder Judicial cuando un fallo no le era favorable a la MPM en el tema del botadero porque además era absurda la posición de los que dirigen la comuna, lo peor para ellos es que se están metiendo a la boca del lobo cada vez con mayor velocidad y de una manera insospechada para un grupo de políticos y funcionarios que aspiran a que su líder tenga algún tipo de representación regional. En buena cuenta, solos le esta haciendo el trabajo a sus opositores porque cualquier ciudadano con las quejas planteadas ante el Poder Judicial y ante las ansias que sus magistrados de tenerlos en sus fauces legales, podrían – sino lo están haciendo ya – neutralizar sus pretensiones electorales.

Peor aún – y aquí sí se pierde ciudadanía - están deslegitimizando la protesta social ante las injusticias y la inconformidad de la población, para llevarlo a un plano de utilización política. Que haya “varones de la política” en Iquitos que aseguren tener presencia por el sólo hecho de una “tradición” no amerita que haya plebeyos de la gerencia sin la menor cordura.

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El Hombre que pintaba corazones

La Semana del Libro

Lo único que hacía era pintar corazones. Sobre todo rotos, a veces cocidos a veces enteros, pero los cocía pintando de todo color, casi siempre de cualquier color pero que no sea necesariamente rojo, al menos no un rojo que tenga el color de la sangre y si es posible el corazón tendría que tener una nueva forma, podría ser de pera, o un vaso de madera que se asemeje al corazón. Era lo único que podía pintar, así se hizo artista en La Restinga y así resumió talvez de la mejor manera la vida del amazónico.

Una historia que camina casi al límite de esta metáfora es la que se presentó ayer en la primera emisión en cine de Amazónico Soy (para los huachafos Avant Premiere), un racimo de historias que caen por el propio peso de sus personajes que son corazones de todo color. A veces se disfraza de Nico, un medio cuerpo que se mueve como mil piernas y mil brazos recurseandose en el boulevar. Una señora de nombre Ofelia que canta en ese Olimpo charapa que se llama Explosión, un cocinero actor que es la pestaña del inmenso humor amazónico, un grupo de chicos (as) que encarnan la mas pura sensibilidad y veracidad del sexo en las calles de Iquitos, un llullampero que no puede ser más que su propio sobre nombre y todo esto en la voz de una generación de adolescentes y niños de La Restinga que (si es que ya no lo son) serán lo más notable del arte amazónico en todas sus dimensiones y que producirá (esperemos) sin temores la esencia de los de acá.

¿Pero porque pintar corazones en una tierra que se mira por sobre el hombro?, Talvez para que los que nos visitan que no es moco de pavo. Estuvo Beto Ortiz, ahora un conspicuo presentador de televisión y enemigo de Gisela, Renato Cisneros, un extraordinario contador de historias secretas en una sociedad que se muere por saber las intimidades de todos, Pedro Salinas un periodista que también cuenta las intimidades pero esta vez de los periodistas, Juan Manuel Robles que las cuenta pero con astucia y flores, Paquito D Rivera, lástima que me la perdí, Jorge Coaguila, el íntimo de Ribeyro y por supuesto una cadena de plumas nacionales y limeñas que acostumbrados a venir durante La Semana del Libro han convertido a Iquitos en el paradero de las letras, los afectos, el licor y por supuesto los corazones multicolor.

El Chema creo que también pinta corazones. Un hombre con la sensibilidad extraordinaria a la música como es él, debe pintar corazones. Veo al muchacho todas las noches en la Plaza 28 de Julio meditando sobre los mejores documentales sobre el Perú, a la gente como se estremece con las historias del resto, normalmente de los olvidados porque parece que si hay historias en este país les pertenece a ellos y esa imagen de postal justifica una semana intensa. No se puede pedir todo, que los alumnos o las personas medianamente inteligentes asistan en tropel sería una ilusión del ayahuasca, la cultura es por naturaleza excluyente, no porque cuesta caro– no es esta que fue gratuita - sino porque también se requiere de una pisca de inteligencia para crecer y a veces la gente no esta dispuesta a condimentar su vida con esa pisca.

Ha dicho el Chema en conferencia que algún empresario debe atreverse a presentar una semana del Libro tan nutrida como la que hace Jaime Vásquez (Y esto que no llegaron los caprichosos de Alonso Cueto y Cèsar Hildebrandt), un periodista de la nobleza del Chema tiene toda la razón. A su manera Vásquez Valcárcel pinta corazones por todo lado, lo hace sin miramientos Chema lo dice como un ejemplo ahora hay que esperar que estos corazones no se terminen por descocer, como en los cuadros de Bendayán, y si se rompen que no sean rojos sino de todos los colores como el amazónico.

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