miércoles, 31 de marzo de 2010

Santiaguito y la Semana Santa



Es de los pocos niños que justifica y defiende las acciones de la Iglesia por Semana Santa, de hecho ya logró algo que desde la adolescencia me parecía inamovible en mi conducta: volverme a ponerme de rodillas durante la liturgia y de paso golpearme el pecho tan contante y sonante y con un estruendoso “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”. Con sus dos manitoss elevados al cielo durante el ingreso del sacerdote, pienso que debe estar muy alejado de todos los dilemas en función al significado terrenal de lo que hoy es Semana Santa, y esta bien que sea así, porque durante su vida, Santiaguito que apenas tiene 4 años ahora, se dará cuenta que mucha agua ha corrido bajo el oscuro puente de la fe y que esos personajes sombríos y muy alejados que dictan las ceremonias de la iglesia católica, están ahora tan cuestionados como cualquier político de nuestra actualidad nacional.

Pero no importa él sigue con las manitos en dirección a su rostro y yo me felicito que sea la Iglesia y su organización de valores occidentales los que puedan decirle que existe un Dios, una virgen y un hijo que murió por nosotros. Porque además se sabe toda la historia con detalles tan minúsculos que sólo se enseñan en ese colegio San Jerónimo, el más antiguo de Arequipa donde todo huele aún al seminario que fue hasta hace poco y hasta las paredes solemnes adornadas con santos dicen que ese es un colegio donde no hay ninguna duda que la Semana Santa tiene que ser el mayor de los actos de fe que puede presentar un católico. Y yo me sorprendo porque un niño puede estar debilitado ante otros que a esas alturas ya están empezando a jugar a las guerras o que sus papás estén en la búsqueda del mejor entrenador de futbol que pueda hacerle pegar con la mayor rudeza esa esfera hueca.

Al menos me consuelo leyendo un informe científico que señala que los niños hasta los cinco años no tienen los recuerdos imperecederos y que sus músculos no están preparados para los deportes rudos y lo que se debe obtener es básicamente coordinación y psicomotricidad. Bueno eso seguro no saben los entrenadores. Pero al menos habrá una foto y en ella, Santiaguito seguirá saliendo con sus manitos juntitas con dirección al mentón el cual está enfocado hacia arriba. Espero que los años se ría de su rostro inmaculado y no pida que me arrodille en Semana Santa en la iglesia y que tampoco me pida que compre todos los pasajes del calvario de Jesucristo y luego me traiga su cuaderno de religión para hacer la tarea juntos, sobre todo esa donde señala que él que tiene que colorear a todos los hermanos de Jesús y yo a los romanos que lo mataron y por lo cual el cielo se nubló y llovió tempestades.

No quiero desanimarlo diciendo que hoy todos, sus tíos por ejemplo que también tuvieron fotos de acólitos hasta adolescentes, están buscando o escogiendo la muchacha con la que irán al Cañón del Colca, a la Playa o a un hotel y están pidiendo plata a sus padres para tomarse si es posible todo el ron que ahora escasea pero que se vende al doble, de todas maneras. Aún no se da enterado por ejemplo que la mayoría de la gente piensa que en Semana Santa es comer lo más rico posible pero sanamente y se va a los mercados en pugna por los mejores pescados de los mejores mariscos, de las legumbres más frescas. A el sólo le interesa rezar y esperar que los romanos se mueran en medio de las películas de estos días.

El colegio está haciendo su trabajo y el sistema también pienso. Aunque no quiero meditar ni filosofar sobre lo religioso y su organización para utilizar fiestas como estas y seguir intentando retener a sus fieles. Pienso mejor que es bueno que la iglesia sea la que eduque con estos valores, aunque es malo siempre que se adueñe educativamente hablando de la honestidad, la bondad, el coraje, la persistencia, en fin. Como recurso estratégico para motivar esta bien, pero ojala entiendan que no siempre la educación sin religión es mala, pero en fin, de eso no creo que me entienda Santiaguito, mi hijo, que antes de irse “de vacaciones” por cuatro largos días el profesor le ha pedido que debe recorrer las 14 estaciones a semejanza del que recorrió durante el calvario Jesucristo.

Eso ya me parece una exageración, porque 14 estaciones contemporáneamente hablando son 14 iglesias y se entiende que si son las más grandes o las más significativas o las que distan más lejos una de otra, entonces el sufrimiento será al menos el 0.000001% de lo que sintió Jesucristo. Porque hay que hacerlo caminando, claro, él dos iglesias y cargándolo yo el resto de las 13. Y lo peor también hay que ayunar desde el jueves santo, hasta el sábado de gloria, ahí ya me he puesto a pensar que le están metiendo muchos códigos religiosos a los niños que asisten a ese colegio al que los padres los han puesto porque están enterados de su buena educación y de su prestigio, más no de su calvario en Semana Santa, pero no importa, seguro que mientras recorra las estaciones y talvez ayune, también pueda reencontrarme con ese adolescente perdido en alguna parte de mis alforjas sentimentales y que hacía lo mismo pero por conocer gente, para saber hasta donde la fe puede cegar también a las personas y cuánto puede aún la religión en las mentes de nuestros hijos.

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miércoles, 24 de marzo de 2010

La seguridad en campaña




Será un tema vital para los candidatos que intentan elegirse en Octubre pero es más una responsabilidad de cumplimiento ante la ley.

Las noticias que llegan de Trujillo en relación a la peligrosidad de sus calles son realmente alarmantes. Esta ciudad como nunca vive un clima de real violencia y anarquía, donde se ha impuesto el desgobierno y las pandillas, sicarios y extorsionadores prácticamente han tomado la ciudad que un día fue considerada como la capital de la Amistad y de la Primavera. Es que los cupos que tienen que pagar los ciudadanos comunes y corrientes alcanzan a todos los rubros. Por ejemplo, se habla que los microempresarios dedicados e diversas áreas de la construcción pagan un determinado dinero para que los dejen trabajar, igual las empresas de transportes y hasta las orquestas de música pagan entre 4 y 5 mil soles para que puedan tocar mensualmente. Si no lo haces entonces o te raptan a tu hijo o te ponen una granada que estalla en tus narices como pasó con esta orquesta Los Mendez.

Y es que ya no se habla más de la “ciudad escuela de delincuentes” como era considerada Trujillo hasta hace unos años, sino ahora como una ciudad que exporta estos facinerosos a todo el Perú. Algunos especialistas han afirmado que mucho de esta delincuencia se debe al “crecimiento económico del norte” aunque también a la cantidad de lavado de activos que se observa en esta parte del país que ha puesto en alerta suculenta a los delincuentes. La seguridad está en entre dicho en la ciudad de Haya de la Torre y la Policía parece haber perdido la batalla hasta el momento.

Este será, eminentemente, un tema electoral básico para los próximos comicios municipales y regionales y alcanzará sin duda al presidencial del próximo año y hasta me aventuro a decir que igual que la falta de trabajo, la inseguridad es un tema vital si un candidato desea tener fututo en esta competencia electoral.
La inseguridad es de por sí un hecho que atañe en diversas modalidades en todas las ciudades del país. En Lima podrían ser los “arranchadores” y las combis en los sectores populares el principal punto, aunque también son los secuestradores en sectores A y B, en Arequipa son los delincuentes de domicilios de ahí que las casas sean verdaderos fortines. En Iquitos que duda, el tema de la seguridad pasa por el tema vial y cómo aplicar las normas nacionales a una jurisdicción tan distinta como particular en cuanto a un ordenamiento de tránsito. Y es que la costumbre del desorden ha ganado rápidamente a la imposición de las actividades policiales. Si alguien se anima a hacer un censo en Iquitos del porcentaje de motocicletas que andan sin placa en realidad sería una cachetada a la desfachatez. El crecimiento del parque automotor ha explosionado en Iquitos y las pistas se han visto aglomeradas a tal manera que es imposible circular sin pensar que en cualquier momento un discapacitado del motocarro te atropellará o si un desquiciado del volante de los colectivos pasará encima como si estuviera pasando por una línea de tránsito.
A esto se suma que las pistas realmente tienen serias deficiencias técnicas y la mayoría no tienen mantenimiento de las municipalidades con esto del cuento que se volverán a romper tras la construcción de obras de alcantarillado. Aún se considera que las pistas mantenidas en todo sentido no cuentan para enumerar las obras en campaña electoral cuando es todo lo contrario pues todos los días y a cada rato los ciudadanos se trasladan y recuerdan la generación de la autoridad cada vez que sobresaltan con un bache o desvían un agujero de la muerte. Una medida implacable que tendría que tener una respuesta casi dictatorial por parte de los alcaldes es por ejemplo los permisos de operaciones que deberían tener sinuecanom los mototaxistas y choferes de colectivos. Una medida permanente y donde no se debe transar con los gremios de mototaxistas y choferes que parecen haberse impuesto sobre la autoridad desde siempre.

El otro tema es la seguridad en las calles, por ejemplo una red de cámaras de vigilancia en cada distrito y una respuesta corporativa de los serenazgos y Policía hace rato que debería haberse instalado con la debida publicación de delincuentes para que la gente sepa e identifique a los facinerosos para que también se encuentren en alerta en los comités de vigilancia en zonas marginales que la Policía debe capacitar con compromisos reales y hasta remunerados por las comunas. Es cierto que la delincuencia tiene un componente que deriva de la pobreza extrema, pero mucha de las mayores acciones delincuenciales nada tiene que ver con menudeo de aquel que roba por necesidad. Los adolescentes han prendido este desgobierno por eso son los que integran estas bandas de robamotos creyendo que para ellos hay impunidad y en gran parte tienen razón pues no le pasa nada, por eso un centro de rehabilitación drástico pero efectivo hace rato ya debiera construirse para que esté como señal colegial de lo que no se debe hacer.

Si los municipios gastan hasta casi 10 millones en una pista porque no pueden hacerlo en planillas de personal verdaderamente capacitados. Y un tema final, pero puntual, debería ser la utilización del casco por parte de los motociclistas. Una medida a iniciarse por ejemplo es la obligación a las empresas que sus respectivos trabajadores utilicen el caso al igual que los miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas lo ha hecho, de manera obligatoria y con publicación de aquellas que acatan las normas para con sus empleados, aunque la norma – si es que existe voluntad de los jefes policiales y los alcaldes – debería ser obedecida sin discusión.

Los trabajadores del Estado deberían empezar a ponérselo incluso antes del 18 de junio, fecha en el que se pondrá multa a aquellos que no lo usen. Si las autoridades o candidatos inician esta medida con el ejemplo entonces se podrá creer que en realidad hay un espíritu de cambiar en algo la seguridad en las calles, más allá de considerar que las causas son desobediencia de las normas y el consumo de alcohol que llevan a la posterior muerte como esta muchacha modelo que falleció, independientemente de ser tierna, graciosa y bella, se infringió una norma. La fiscalía debería actuar 24 horas, pero en Iquitos sólo hay fiscales que trabajan 8 horas y muchas veces para la foto. Esa discusión que el calor que provoca los cascos y que el clima trastorna los sentidos y la capacidad de reacción de los choferes es la respuesta que suelen dar los ignorantes cuando quieren seguir burlándose de la ley.

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jueves, 18 de marzo de 2010

"El cachorro y polvorita"



Como está tan corroída la administración pública que muchos medios toman como referencia de análisis a Quinto Vásquez, ex jefe del Pronaa en Loreto en época del toledismo, en los audios que comprometen a Gilbert Alvarado y el administrador de este organismo promoviendo coimas para las licitaciones de transporte de alimentos. Quinto Vásquez, uno de los preferidos de algunos empresarios vinculados a medios de comunicación a los cuales utilizaba como paraguas para lavar su imagen ante los altos funcionarios de este organismo y de paso los beneficiaba en negocios colaterales de éstos. Quinto Vásquez, a quien se le conocía como un funcionario arribista con la lengua ágil para aclarar de manera directa “cómo tenían que ser las cosas en el Pronaa”. Pero éste, en realidad, era un eslabón de la mañosa cadena de cómo siempre se ha manejado el Pronaa, peor en épocas electorales. Por eso, la mejor propuesta era dársela a la Iglesia, proyecto que quedó en nada debido a las presiones políticas de varios frentes y partidos y ya sabemos con qué objetivos.

Este acto de corrupción relaciona directamente al secretario general del Apra, Moisés Panduro Coral, aunque obviamente querrá darse otra idea deslindando del popular “polvorita”. Debe hacerle pensar al actual secretario regional del Apra que una cosa es tener funcionarios allegados y por ende de confianza y otra muy diferente tener sobones, obtusos y torpes que más temprano que tarde van a atentar contra la idea que quiere instaurar al interior de su partido. Y como en el partido todos se conocen de qué pata cojean era evidente que algo similar iba a ocurrir en cualquier momento pues era conocido cómo actuó el popular “polvorita” Gilbert Alvarado cuando dio ejemplos varios en los tiempos en que laboraba en la Municipalidad de Maynas bajo la conducción de Juan Del Aguila.

Moisés Panduro ahora tendría que separar clara y tajantemente el trigo de la paja si desea mantener el respeto que inspira aún. La imagen social que tiene el popular “cachorro” es de un funcionario técnico especializado, con formación política y académica sólida y en el Apra es visto como el moralizador –sino el único– o reformador que podría articular en el tiempo la idea de un partido sólido en Loreto. Si bien es cierto que algunos políticos buscan algunos inevitables kamicases que podrían inmolarse por el partido o por la figura del partido, algunos confunden que estos también podrían funcionar dentro de la administración pública, cosa que estos kamicases sin mayor autonomía y con bastante torpeza creen que una labor meritoria para el partido les alcanza para disponer de la administración pública como si fuera suya.

Moisés Panduro será candidato al Gobierno Regional de Loreto, al menos eso es lo que dice la cordura actual dentro del Apra –aunque con las pujas nacionales uno nunca sabe y esto de Gilbert podría abonar a la causa contraria del “cachorro”– y un candidato de un grupo nacional que intenta competir con las figuras de agrupaciones regionales tendría que tener, al menos, una diferencia en función a la lucha contra la corrupción. No es cierto en toda su dimensión que la ciudadanía pase por alto la corrupción al momento de elegir sus autoridades. Si bien está anestesiada por las incesantes noticias en función a esta lacra y pueda interponer a veces cierta eficiencia en la gestión y no necesariamente la transparencia, de todos modos hay un deseo social incesante de tener autoridades correctas. Es como la zorra que no alcanza las uvas del árbol elevado, que no los alcance no implica que no las desee. El tema es que no encuentra los referentes y en este sentido Moisés Panduro tenía ese perfil que hacía presagiar con evidencia en su trayectoria que estamos ante un el mejor proyecto con el que cuenta el Apra actualmente, un hecho que ahora se pone en entre dicho con la actuación de “polvorita”.

José Fernández Montano, dirigente ético del Apra, ha dicho que no fue difícil separar a Gilbert Alvarado a diferencia de lo que uno puede pensar de un compañero que ocupa un cargo importante dentro de la actual dirigencia regional. Y lo ha dicho porque seguramente conocía sus antecedentes al interior de su agrupación y lo ha declarado con cierta advertencia de lo que en realidad sabía que podía suceder. De ahí a que muchos salgan pontificando o haciendo leña del árbol caído cuando saben que tienen enorme rabo de paja como es el caso de este Quinto Vásquez.

Ahora que en el Apra se ha desatado un enorme lío con esto del ex ministro de justicia, Aurelio Pastor y su presunta confabulación con el empresario televisivo y montesinista Enrique Crousillat para apoderarse nuevamente de América Televisión, sin duda ha quedado debilitada la facción de sus opositores al interior del Apra del “cachorro” Panduro, por eso es momento que deslinde de manera real con todos aquellos que seguramente ha detectado quiénes son sus potenciales debilidades en función a su candidatura. En el caso de Pastor y el Apra, en la última encuesta de Apoyo, ha demostrado que la mayor crítica que le hace la ciudadanía al partido de la estrella es precisamente la corrupción, así que no es un tema gaseoso o imperceptible, es tangible y real.

Lea. federicoabril@blogspot.com

Iquitos te secuestra

- Una ciudad imposible de olvidar. Donde se recrea a cada minuto miles de historias, donde el paroxismo es la materia prima del periodismo. Todo un lujo vivir en esta ciudad. Muchas gracias.

Lo que empezó con la intensidad de una bomba en las mesas de redacción se convirtió pronto en el insumo regional de todos los días. El secuestro de Herman Pezo Reintería no nos pone como una ciudad violenta y donde el secuestro campea, sino como un lugar donde aún la expectativa popular puede acobardar al más vil de los delincuentes. Violenta en alguna medida sí, pero aún así podemos reconocernos como una ciudad que no ha dejado de ser el pueblo más grande del Perú. Sólo basta conocer como la noticia se iniciaba el sábado a la una de la madrugada para darse cuenta que la historia podría tener capítulos enteros y seguir escribiendo un guión que es en sí la historia de un pueblo.

A mi me parece que hay algo raro en todo esto. No dudo por una mala intención de la familia o algo parecido, dudo porque nuestro trabajo es básicamente dudar de todo. Está demás decir que esto ha alimentado nuestra alma de pueblo una vez más porque cien mil historias se han tejido al respecto y las digo ahora porque se recogen y respiran en el ambiente como quien respira el calor húmedo de una ciudad que te envuelve por eso mismo, porque no hay lugar más imaginable en el Perú donde las hipótesis de un caso lleguen al extremo del paroxismo.

Se decía por ejemplo en un primer momento que hace algunos meses el empresario había sido amenazado por un gallero porque no cumplió una apuesta perdida. Este amenazante era un colombiano y como estos personajes normalmente no perdonan, sea la deuda pequeña o sea grande, entonces el caso no había caído en el olvido y esta vez se cobrarían no con dinero sino con algo más importante. Las variables de los hechos hacían presagiar que se trataba efectivamente de gente vinculada a los gallos. Horas después se habló de la posibilidad del secuestro común y corriente, es decir, que se pedía medio millón de dólares y que los mensajes a la familia ya habían sido dejados debidamente.

Como el caso implicaba a uno de los empresarios más “representativos” de la ciudad, un equipo especial antisecuestros lllegó desde Lima y entonces las otras hipótesis empezaron a aparecer. Se decía días después que el caso implicaba un supuesto tema de lavado de dinero que había quedado pendiente y que el caso no había sido aclarado del todo por lo que esta acción del secuestro tenía que ver con esa deuda. También se habló de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y un nexo a través de estos colombianos que en realidad no quedaba claro, pero que tendría que ver con un supuesto financiamiento a través del pago del rescate a las acciones subversivas de la zona del Putumayo.

Claro está decir que hablar del Putumayo quiere decir hablar de droga y sus aditivos. No faltó ligeros que hablaron de personajes vinculados a la administración estatal municipal que tenía que ver con deudas con el empresario y al cuarto día hasta se comentó que un caso privado había motivado el secuestro. Lo íntimo aparecía como una hipótesis en una ciudad donde no puedes pasar desapercibido a los ojos “chismosos” y exagerados que hay en cada esquina. Hasta que cayó el tal Abensur y entonces ya todo estaba escrito y habría sólo que pedir que el empresario sea encontrado en condiciones finitas y esperar cómo quedaban los capitales y contratos que habían sido asumidos con anterioridad.

Hasta que apareció una mañana un poco más flaco, pálido barbón pero con una sonrisa que hacía olvidar las causas del secuestro e iniciaba las otras causas. ¿Porqué lo soltaron? O ¿se soltó sólo? No que era hipertenso y diabético o ¿se pagó el secuestro? o ¿la Policía fue realmente profesional? O ¿los colombianos son realmente colombianos? En fin, sólo apareció enseñando el pulgar de la victoria con los flashes que ya quisieran muchos políticos. O ¿será candidato a algo? Lo importante es que apareció y un nuevo capítulo de la fascinante novela que es vivir en Iquitos ha terminado. Imposible de aburrirse, imposible de estar alejado de estas artes de la imaginación que, ahora que me voy, extrañaré un “shunto”. Iquitos puede ser cualquier cosa, menos una ciudad donde vivas triste y desapasionado de la elucubración, el afecto, la traición y el perdón al mismo tiempo. Nos estamos viendo en cualquier momento.