miércoles, 26 de mayo de 2010

Vivir y surcar en río



SI esta Camila fuese la última.

Ayer en la mañana escuche a un primer ministro referirse al accidente en el río Amazonas, cerca de la localidad de Indiana como un mero trámite administrativo. Había asistido al estudio de RPP para hablar sobre el levantamiento del pueblo de Quillabamba oponiéndose a la construcción de unas tuberías y, como si fuera un jefe de personal inadvertido que firma el permiso para el refrigerio del último de la fila, anunció que ha dispuesto la ayuda para “el accidente en Santa Rosa”. Como siempre desubicado hasta nomás y preparando su artillería verbal contra los dirigentes quillabambinos, no se informó un poquito de lo que este accidente de la Motonave Camila representa para la idiosincrasia nacional, especialmente para la vida en los ríos amazónicos.

Minutos antes un Raúl Vargas un poco avispado y no tan sobrio como es su costumbre, refirió alguna experiencia en Yurimaguas y dijo que “todos saben de la informalidad en las embarcaciones de la Amazonía y como los de Capitanía se hace de la vista gorda porque “reciben bien y miran para otro lado. (las embarcaciones) presentan sus papelitos (zarpe) y después de ahí es lo más informal que existe, alcanzó a levantar la voz como normalmente sucede cuando le habla al anónimo y no a una autoridad. Minutos después el comandante general de la Marina hablaba con unos papeles que recién le habían entregado a su despacho en Lima y buscaba entre líneas si había un extranjero y si los “procedimientos se habían cumplido”, medio dormido aún, sólo atinaba a caer en la sentencia vieja muy conocida. “Ud. sabe Don Raúl lo extensa que es la selva”, perdonándose una vez más la imposibilidad de controlar siquiera al personal de tropa que tenía en ese momento a su costado sirviéndole el primer café de la mañana.

Eso fue prácticamente todo lo nacional de la cobertura a excepción de los segundos acostumbrados de la Tv, como consecuencia de la muerte de dos personas que con mapas distorsionados y confundiendo nombres y datos trataban de decir algo que para cualquier lector o televidente se le hace más confuso aún saber si en realidad existió o no el accidente o si hablar de Indiana es hablar de una película o si Santa Rosa está a unas “cuantas millas” de Iquitos. Un chapo para desnudar una vez más lo alucinante que es el Perú cuando se habla de la región verde y más aún de sus accidentes.

La Marina no puede controlar ni siquiera el contrabando, y si lo controla, lo hace para su beneficio como ya se ha demostrado en procesos judiciales que aún deben estar en marcha. El narcotráfico campea en los ríos y las motonaves son verdaderos camarotes de insumos y productos para el narcotráfico, bien elaborados que una u otra oportunidad son descubiertos y siempre con el paquetero, con el que lleva la menudencia, con el micro, porque cuando se atrapa a pez gordo, casi siempre es porque intervino la fuerza de otro país como sucedió con Ardela y lo que actualmente ocurre en Cushillococha. La Policía puede ser contada con los dedos de una mano por provincia y los fiscales y jueces huyen despavoridos de estas zonas alejadas. Si la informalidad es materia común, las embarcaciones que además no podrían ser formales por incapacidad de ejecutarse las normas, hacen de las suyas.

Salen a la hora que quieren, cargan lo que más les conviene, paran en los lugares que mejor les parece, se recargan de combustible y licor en exceso porque es el recurso mejor contrabandeado y con mayores ganancias y muchas de estas embarcaciones en realidad son fachadas de grandes lavaderos de capital que hacen fortuna de la noche a la mañana, es decir un mundo paralelo al formal que dispone de sus propias reglas que son las únicas que cuentan en el servicio acuático en la selva baja. Por eso todos hablan con desdén y como si fuera un trámite administrativo más que se muera la gente por el hundimiento de la “Camila” a quien seguramente no le sucederá nada y dentro de algunos meses en la misma chata metálica surcará otra vez y con más vigor el Amazonas, para hundirse otra vez.

Viajar y vivir en los ríos es alucinante, un deporte de aventura extrema donde lo único seguro es lo inseguro y donde lo mejor que le pasa a uno es conocer la lívido entre las hamacas y sus camarotes porque los amores de viajes en río son tan certeros como fantásticos, talvez por eso no se hace nada por cambiarlo para que no se pierda lo mágico - ttrágico que es vivir y surcar el río amazónico en el Perú.

Lea: federicoabril.blogspot.com

miércoles, 19 de mayo de 2010

El Pisco




Cuando recién se empieza a conocer a un cómplice amante

Por la mala imagen que tuvo en algunos intelectuales peruanos el sabor del pisco siempre me pareció demasiado fuerte y picante, algo así que hablaron en su momento de la comida peruana. Que su sabor aplastaba el paladar de tal manera que la quemazón sólo acrecentaba ese machismo con el que se identifica el licor en todas sus dimensiones. O en el mejor de los casos el país necesitaba de un licor bandera y que mejor que recuperar al pisco de los filudos dientes del marketing chileno quien se apropiaba de este destilado de uva. Esta idea se me reforzaba cada vez que veía como muchos de estos borrachines de cantina con los que uno siempre se encuentra en una vida semi bohemia revoleteaban el licor entre sus dientes inertes y acostumbrados a la asquienta cerveza y el aguardiente misio fungir de catadores y saborear, según ellos, el mejor pisco cuando se le entregaban cualquier destilado químico con saborizantes y peor aún, aplastar las siguientes horas con sus discursos de haber bebido la mayoría de los piscos cuando en realidad no podía identificar el pisco del alcohol medicinal de 76 grados.

Y todavía celebrar las fiestas del pisco. Como la fiebre se extendió en todo lado, el “Pisco sour” empezó a desplazar al famosísimo “Cuba libre” que a mí particularmente me pareció más cariñoso, será porque fue una de las pocas cosas que me hizo conocer mi padre. Esta moda por el pisco, hay que confesarlo, no tiene muchos años. No llegó a la base cuatro pero debemos ser claros y reconocer que esto del licor bandera recién empezó a inicios de esta década y, claro, los borrachos legionarios al toque se apropiaron de la ola y masificaron la corriente para beneplácito de los casi extinguidos productores y en desmedro de aquellos fieles a los sabores y aromas del pisco que siempre le retribuyeron un homenaje histórico y quienes nunca perdieron la fe en el éxito de las ventas de este producto que por fin hace poco los exportadores peruanos anunciaron superaron las ventas al exterior de lo que normalmente tenía Chile.

De esos productores los hay en toda parte, excepto en la selva baja peruana donde la vid nunca logró aclimatarse pues recordemos que durante mucho tiempo la producción y tenencia de la vid fue un privilegio restringido. Desde las mejores haciendas de Ica pasando por todo el sur llegando hasta Tacna fueron los lugares donde se siguió cultivando con esmero la esencia misma del licor que ahora empiezo a tomar con agrado y recién con conocimiento cabal. Uno de estos lugares es sin duda el valle de Majes (viejo) donde se encuentran varios ganadores de los concursos de pisco a nivel nacional. Aunque hay que aclarar también que estos concursos se han proliferado casi tanto como los concursos y demostración de la comida peruana. Pero en el valle de Majes (viejo) sí pueden sentirse orgullosos de beber de lo mejor. Por eso no es novedad ni denigrante que en las puertas de las casas añejas se saque el licor en botellas de gaseosas pero con un contenido exquisito en su interior, producido por el primo del dueño, o por el padrino de tal o cual o por el vecino aquel o por la hacienda de más allá que todos los reales conocedores, obviamente, reconocen y aplauden por su producción exquisita enamoradora y casi casera.

Casi casera digo, porque los hijos de estos productores han empezado a etiquetar las uvas que por centurias veían caer en sus huertas para empezar a llevarlas a la ciudad y competir con los más pintados dueños de las marcas que salen en la Tv. Y hay que decirlo con bastante éxito, claro que acá se mezcla otro prejuicio del que alguna vez probó este pisco producto del marketing y la muchacha ricotona que agarra entre su entre pierna el licor, pues su incipiente paladar, reacio a cambiar de gustos por el más exquisito, no sabe distinguir el no muy conocido con etiqueta no tan estilizada es cien veces superior al que se produce por millares. Es como con la comida. Jamás será igual cocinar para 200 personas donde todo se distorsiona que cocinar para dos personas donde aún se concentra lo mejor de verdad, hasta el amor ,aún está impregnado en el gusto y la sazón.

Pero que importa, allá los que consumen por moda. Estos piscos de Aplao, Corire, Huancarqui y todo el valle pa´ arriba hasta Viraco en la provincia Castilla debe ser lo más preciado en cuanto a piscos se refiere de lo que hay en Arequipa. Sin despreciar a lo que sale de la provincia de Caravelí o Cotahuasi donde se están haciendo público los que tomaban de la buena vid durante siglos. De ahí su longevidad y hasta su padrillazgo, dicen hinchados de pecho los cimarrones estos. Lo cierto es que a raíz de esta loca probadora casa por casa o hacienda por hacienda que ya he hecho por tercera vez consecutiva, estoy empezando a ver al pisco de otra manera y mis respetos le digo. Siempre y cuando sea con copas circulares semi - heladas, que cada uno empuña, más dos gotitas de limón de huerta, creo que hasta podría aceptar un poco de gaseosa blanca y creo que podría empezar a olvidarme también de la úlcera que le mira de mala gana a este cateo de pisco impresionante que uno realiza cada vez que pasa por el viejo Majes.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Esther y los maestros



Todos los días, mejor dicho la noche voy al colegio que queda más o menos a 10 kilómetros del centro de la ciudad. Como siempre sucede en los colegios nocturnos la mayoría de alumnos provienen de hogares humildes y dispersos, adolescentes y adultos que tienen sus familias en otras provincias u otros departamentos, mujeres que se dedican a las labores domésticas y los varones generalmente a la construcción. La mayoría de ellos llegan cansados casi para dormir y peor aún pasada casi una hora del horario establecido y muchas veces también se van antes porque tienen obligaciones de familia. No se puede hacer casi nada para cambiar esta historia, sólo que cuando se anuncian paralizaciones o protestas los primeros en oponerse son ellos.

Esther, es una de estas alumnas que siempre protesta porque considera que el pago de cinco soles al inicio de año debe ser retribuido con la puntualidad de los maestros y la preparación de clases exhaustiva para que los profesores demuestren que “no se lleven la plata sin hacer nada”, Pelea en el takanakuy porque es fiel y honrosamente descendiente de los Chumbibilcas, esos pobladores del sur de Cuzco que tienen como afición desde los tres años pelear en vez de hablar. Y ella pelea con sus iguales a veces y a veces con mujeres que le superan en peso y tamaño, no le tiene miedo a los puños, participa en los campeonatos del Takanakuy cada vez que se organizan y tiene sus fajas a la cintura que las lleva al colegio orgullosa y para que todos – incluido los profesores – sepan que ella es de Chumbibilcas y que no aguanta pulgas.

Ayuda en su casa, que es la manera diplomática de no decir que en su casa es explotada sin cuartel, pues de no ser así, entonces no estudiaría en la noche. Ella lo sabe pero no lo dice porque es orgullosa pero eso sí, protesta cuando alguien intenta llegar tarde o se quieren relajar los profesores o si estos intentan acatar alguna huelga. Eso sucedió cuando el Sutep anunció una paralización de 24 horas a favor de la educación pública y en defensa de la enseñanza estatal y de pasadita reclamando el aumento de los sueldos de los maestros. Esther no cree en vainas y considera que los profesores no tienen derecho a reclamar porque “ ya son lo suficientemente burros como para querer ganar más”.

Nadie la puede contrariar porque es de armas tomar. Antes de suspender las labores por motivos de la huelga se le ha explicado que lo que intenta hacer el gobierno es destruir el sindicato con el argumento que si los docentes ingresan a la carrera pública magisterial ganarán el doble y hasta el triple. ¿Profesora, Ud. cuánto gana ahorita? Le dijo en plena reunión a una docente que se mataba explicando los argumentos del porque no iba a haber labores. “No gano mucho”, le contestó. ¿Cuánto?, le volvió a `preguntar. “Bueno con descuentos apenas mil soles”, le dijo minimizando la cifra.

Todos los alumnos se miraron exagerando un gesto de extrañeza. “Pero eso no alcanza para la canasta familiar”, le replicó la profesora. Esther sacó sus cuentas y dijo que no entendía lo que le acababan de decir pero si de algo estaba segura haría lo posible para estudiar educación y ser como ella. La docente la vio y evitó seguirle la conversación y no seguir con el argumento de la lucha contra el gobierno y la división de los maestros, en realidad se dio cuenta que por ahí no era la cosa y que mejor sería decirle a todos los alumnos ahí reunidos que se tomaran el día libre y que no fueran a clases, ese dato hizo feliz a todos y sin mediar en las explicaciones de Esther todos empezaron a salir de la reunión felices por las “vacaciones” de un día, que en la noche en realidad son dos.

Yo no le dije nada a Esther porque la he visto pelear en las competencias cuerpo a cuerpo y sé que es tan valiente que podría pegarle a cualquiera. Si la profesora la hubiera visto seguro que no hubiera osado levantarle la voz en plena reunión. Los alumnos no fueron y los maestros tampoco asistieron a la protesta, ambos grupos se quedaron en sus casas pensando en cuál debería ser el próximo pretexto para faltar otro día más.

miércoles, 5 de mayo de 2010

¡Que se vayan todos!




UNO Cobra más vigencia ahora el eslogan político de repudio a un sistema que de por si se muestra podrido, ese eslogan que fue utilizado en varios países para demostrar el descontento con la clase política de los países latinoamericanos que rezaban a laletra “que se vayan todos” para demostrar el asco que siente la opinión pública cuando observa casos de corrupción como aquellos que han envuelto a una serie de personajes vinculados al gobierno.

Javier Velásquez Quesquén, el premier que parece más “limpio” saldrá en este régimen, ha dicho el otro día en una entrevista radial que cuando la opinión empieza a sentir ese asco y repudio por la corrupción siente que el sistema es el que falla y no necesariamente la persona o el grupo que ocasionalmente gobierna. Eso juega sin duda a los discursos radicales y no sorprenda que en las próximas encuestas Ollanta Humala haya crecido no por mérito propio sino porque es a la luz la más clara oposición directa al gobierno. Todos juegan para él, único que parece no darse cuenta de esto es el mismo Humala, pues a pesar de tener una magnífica oportunidad de salir al frente con más ahínco en la cantaleta de que el sistema está mal ha salido a decir que a ellos no desinteresa que un partido haga o deje de hacer sino que lo que hacen con la plata de todos nosotros Jorge Del Castillo a raíz del supuesto looby a una empresa petrolera. Ollanta pierde magníficas oportunidades con estos actos de corrupción para salir al frente más violentamente en aras de su objetivo, una marcha contra las mineras o la corrupción, algo que mueva el gallinero aún más.

DOS Estuve revisando los diarios de Iquitos y me llamó poderosamente la atención en diario de IQT lo folclórico que resulta Jorge Mera en su imitación a un gallo “cholo y fino” como dice él (diariodeiqt.wordpress.com/2010/05/03/el-gallo-que-si-canta-en-campana/). Ante la premura del entrevistador que lapide una imitación de un gallo, Mera se golpea el pecho y se retuerce en un grito cacareador con pecho henchido para demostrar que “el gallo aún canta”. Este candidato sin duda no podrá tener mayores aspiraciones regionales por ahora pero que dará mucho que hablar y reír sin duda.

TRES Otra cosa que me llamó poderosamente la atención son estos volantes que han regado en Iquitos sobre la condición personal e íntima de los periodistas de LVS. A Mary le recuerdan un pasado “pecaminoso” y algo parecido pero sin decirlo a Salvador Lavado y Darwin Paniagua. No creo que tenga ningún efecto político que amengüe su impacto es más me parece que es un plus publicitario para los radialistas y hasta un tambor que utilizarán y posicionará aún más a la emisora. Por lo demás no dejan de ser gajes del oficio.

CUATRO Una pena lo que pasó con Segundo Tamara, el especialista informático del Ministerio Público quien desapareció en las aguas del Marañón. Lo conocí cuando recién empezaba a trabajar en Iquitos y sin duda fue una de mis mayores referencias al momento de escribir algo sobre los fiscales, que dicho sea de paso no se libraban de estos ojos acuciosos. Fue por indignación más que por deslealtad que muchos datos sueltos supimos un grupo de colegas de parte de este despacho. A Tamara, como lo llamábamos, no le gustaba la desfachatez y la soltura de huesos de muchos fiscales y trabajadores que pasaban piola por los ojos del decano fiscal y amasaban riqueza a diestra y siniestra. Tamara sólo se encargaba de darnos pistas como actualmente hacen otros en el Ministerio Público, sólo que ahora lo hacen los mismos fiscales por piconería o envidia de cargos contra sus propios colegas. Ojalá se lo pueda encontrar y sino que la familia tenga fe y esperanza y se reconforte sabiendo que Tamara es un funcionario leal y honesto con sus principios.