miércoles, 11 de mayo de 2011

¿Por qué se vota?



- No todo puede ser economía o números.

No sólo se vota por un programa económico ni porque la macro y micro economía estén siempre en azul, se vota por la gente. Tampoco se vota solamente porque las instituciones se consoliden, se vuelvan fuertes y realmente dejen de depender del poder político o de las influencias del dinero, se vota por las formas, la buena atención y la confianza. No todo en la vida puede ser el dinero o la estabilidad social, se vota también porque el que nos gobierne pueda ser sensible a los problemas más profundos de la sociedad, a las lágrimas de la gente, el que pueda respirar la pobreza para que la comprenda y la derrote, no todo es infraestructura y papeles ordenados en un país, es también masa y su ansiedad por querer participar en las soluciones.

No sólo se vota por el (la) que brinda una imagen del más fuerte y autoritario (a), sino por el que se comporte a veces con el alma de un niño, no sólo se vota por el que siempre esté circunspecto y presto a responder sabiéndolo todo, también porque el que sabe reír de veras, por el que pregunta para saber más, por el que improvisa una respuesta y puede entrar al lenguaje del criollo, del serrano o del selvático, entender sus formas de expresión, comprender su realidad, por el que juega un partido de fútbol o de voley y de repente lo haga mal no sólo cuando lo estén grabando o en elecciones o por el que de vez en cuando llore de impotencia ante la tristeza de su gente.

No sólo se vota por el que jura la constitución y dice respetarla, sino por el que sabe de civismo, de urbanismo y lo practica, no sólo por el que sabe de derecho sino por el que entiende que las leyes están hechas para beneficiar a la gente y no a unos cuantos. No sólo se vota por el que promete más pistas y puentes sino por el que ha caminado el lodo, ha cruzado los ríos y respirado las necesidades. No todo puede ser números, cuadros, juramentos, compromisos para un sector, también tiene que haber vida común y corriente, tropiezos y sin sabores que provoca lo no planificado, la espontaneidad.

No se vota sólo por el presente, también por el pasado, porque suele ser doloroso para miles y también por el futuro pero no el económico sino el que representan los sueños, el de pensar que se puede ser más justo dentro de un país históricamente injusto. No se vota sólo por un plan sino por un camino, una senda un destino, no por un modelo sino también por un estilo de vida, no sólo por una promesa sino también por una verdad. No podemos estar destinados a estar dentro de un papel para que podamos ser felices.

No creo que se deba votar por la herencia como política, no por los genes a los que pertenece una persona sino a su hechura misma, jamás se vota por la muerte siempre será por la vida, pero no de la que hablan los jerarcas de la iglesia en sus asambleas verticales, sino por aquella que un laico capuchino siente cada domingo que acude a misa y que suele ser la misma que encomienda en sus rezos a su cielo para que se irradie por donde vive y que lamentablemente casi nunca ve respuesta, pero insiste porque sabe que antes de morir algún tipo de señal tendrá.

No se vota por el que defiende al galpón sino al pollo, no por el asegurador, sino por el asegurado, no por el propietario de los caballos sino por el criador, no por el banquero sino por el bancario, no por el broadcaster sino por el comunicador, nunca por el rector, sí por el universitario, tampoco por el director, sí por el estudiante jamás por el empleador siempre por el empleado, no por el que corta el jamón sino por sus invitados.


miércoles, 4 de mayo de 2011

¿Porque Lima?

-       Las diferencias en la intención de voto en función a provincias
No hay intelectual decente que tenga una buena opinión de Lima actual, más allá de los recuerdos bucólicos y coloniales de Lima, de cierta infraestructura comercial y de una singular movida cultural, por el hecho mismo de ser la capital, todos concuerdan, desde el clima hasta sus favoritismos electorales contrarios a su realidad pasando por el comportamiento socio cultural, que Lima es una ciudad sin mayor imán. En la última encuesta emitida por Ipsos Apoyo se confirma la misma tendencia de la primera vuelta e incluso se afianza esa diferencia entre la candidata Keiko Fujimori y Ollanta Humala, sacándole de ventaja 21 puntos porcentuales (49 contra 28) lo que debe motivar seguramente las estrategias de ambos lados para confirmar o minimizar esta diferencia. ¿Acaso la realidad que viven los limeños es otra a la realidad de las provincias?
O se trata de una peculiar , masiva y superior inteligencia diferenciada para decidir su voto en Lima (si hoy fueran las elecciones) por la hija del reo Fujimori o tal vez los problemas de injusticia social y falta de equidad en la economía peruana en la capital no existen, o ese 49% pertenece a la denominada clase “A”, la misma que es más apegada a las propuestas de la ex primera dama o que el publico limeño fue el único que recibió el asistencialismo adictivo durante la década del dictador y por eso el recuerdo imperecedero.
Ni una ni otra, en realidad todo indica que, efectivamente, los programas sociales y la influencia de los medios de comunicación surten más efecto en los distritos provincias que ahora representa la gran masa votante de la capital. Por ejemplo, la idea de poner al Francotirador Jaime Bayly para que se traiga abajo a Humala como lo hizo con Lourdes Flores cuando postuló a Lima, debe estar apuntando a esta ciudad básicamente en el entendido que sus “denuncias” y videos del nacionalista (harto vistos desde hace años y refritos que podrían tener algún impacto en público juvenil), es lo que faltaba dentro del espectro televisivo que dirige la opinión de la gente sin ningún control.
En provincias el fenómeno comunicacional de las radios alternativas, contestatarias, medios inquisidores pero efectivos que no necesariamente comparten las grandes tortas publicitarias que si poseen los medios nacionales afincados en Lima, han mantenido su posición crítica y apoyados en “vox populi” han afirmado esa idea de oposición a la hija del dictador (hasta que son aceitados también). El norte es un ejemplo, pues los índices de pobreza son inferiores comparados en forma global con otras regiones del Perú y sin embargo Humala está por encima de Keiko. La pobreza a veces para algunos es importante cuando observan estas cifras y estigmatizan a Humala como el reclamo del pobre y no lo es tanto así.
Igual sucede en los departamentos de Moquegua, Tacna, y Arequipa donde Humala duplica a Fujimori y estas regiones gozan de obras y de ese tipo de bienestar reflejado en cifras del INEI. Sólo Puno (pero sólo en algunas provincias) y otros departamentos del centro hay una marcada pobreza donde Humala también está primero, lo mismo sucede en el oriente, pero si se trata de recuerdos, estas zonas fueron harto atendidas con el asistencialismo, presencia y obras del padre de la actual candidata. ¿Mayor asistencialismo hubo en Lima que en estas zonas más pobres? No parece, lo cierto es que los programas sociales fueron más constantes  en Lima y el clientelaje político también, hablando por clientelaje aquella que provoca la corrupción que en la dictadura – no es un secreto – fue religión.
¿Lima vota pensando más en el actual plan de gobierno de Keiko que es superior al de Humala? Tampoco parece porque si así sería, muchos se decepcionarían de las escasas hojas de este documento que no explica sino generalidades. De hecho el bajón que puede tener Humala en estos días es precisamente a que detalló lo que iba a hacer en su Plan de donde sus opositores, que tocan en orquesta en los medios nacionales, han tenido harta madeja para desentrañar. Incluso la candidata ha prometido en la misma función que el nacionalista pues ha dicho que subirá el sueldo mínimo, funcionarios públicos, aumentará el impuesto a las mineras y que se concentrará en la redistribución de “la riqueza” en su posible gobierno. Y si de muertos hablamos, entonces los Fujimori tienen en su haber sino miles, cientos. Es decir acciones casi similares. ¿Porqué Lima entonces? Suba a una combi desde Villa El Salvador hasta Ventanilla - Callao, haga el retorno por Los Olivos hasta San Juan de Lurigancho, escuche las conversaciones de sus pasajeros y concluirá que es el mismo lenguaje, las mismas muletillas pero con diferencias de ropas y colores de los que toman taxi o están en su 4 x 4 en San Isidro, Miraflores o San Borja. Es decir, la Tv nacional cumple su objetivo.