miércoles, 8 de febrero de 2012

La mafia editorial






El presidente Ollanta Humala ayer mostró su solidaridad a los padres de familia por el abuso que cometen las editoriales. Parece que Humala Tasso no se ha dado cuenta aún que ya es el presidente del país y más que su solidaridad a los padres de familia debería ejercer su rol de mandatario. La comunidad educativa está siendo abusada por el mercado y el mercantilismo que utilizan como práctica las grandes editoriales del país, como se viene evidenciando una vez más este año.

Lo que se ha mostrado en los medios de comunicación en relación a las comisiones que ofrecen estas editoriales a los promotores – directores de los colegios privados era un secreto a voces desde hace años. Este mecanismo perverso se lo debemos en parte al fujimorismo y sus secuaces educativos que al liberalizar el servicio educativo, este se convirtió en un negocio originando el nacimiento de los nuevos barones de la educación que han amasado dinero con una ausencia casi total en la vigilancia educativa.

El Indecopi está adscrito al Consejo de Ministros que a su vez depende de la presidencia. Más que una solidaridad lo que requiere la educación peruana son normas de vigilancia en cuanto a la evaluación de la calidad de los textos escolares acompañado de una decisión de los padres de familia y del Ministerio de Educación para decidir cuáles son los textos a escoger en una institución educativa, ya sea privada o pública.

Tuve la oportunidad de pertenecer a un grupo de trabajo en comisión de una editorial que intenta competir con las grandes y mafiosas editoriales. Junto a un grupo selecto de especialistas de diversas áreas de la educación primaria y secundaria y grupos de psicólogos y de otras ramas se analizaba los textos de esta editorial para subsanar los errores observados por alumnos y profesores luego de haber culminado el año lectivo.

Este estudio iba acompañado con la evaluación de los textos de estas grandes editoriales y la verdad salía a relucir. Sus textos valían más por su calidad de impresión, color y papel que por su contenido y estrategias educativas en sí. Aunque su producto, considerando insumos y comercialización no llegaba a los 20 soles por cada texto, estas editoriales los vendían a 100 o 120 soles. ¿Dónde van a parar los 80 soles de ganancia líquida? Un 20 o 30% a los promotores de los colegios privados a los regalos a los profesores y el resto ganancia pura de esta cofradía.

Un abuso que no requiere sólo de solidaridad sino de normas claras y ejemplificadoras. Por ejemplo, el padre debe tener la decisión de elección del texto, al menos en algún momento de la propuesta que podría ser por ternas y previa sustentación científica de cada libro. Este argumento que sostiene que los padres no sabrían evaluar contenidos y actividades de los textos, es un argumento no válido pues ahora mismo el docente tampoco decide, es el promotor o director en caso de privados y el Ministerio en caso de públicos.

Los libros deben ser estrictamente de consulta por lo menos en un periodo de tres a cinco años. Las editoriales han argumentado que sus precios se atribuyen al pago que realizan a “grandes especialistas pedagogos” que investigan los factores educativos de tal manera que se renuevan. Esta es otra gran mentira pues si uno observa los modelos de los textos no hay diferencias significativas entre la edición de un año a otro. Sólo cambian el color de la tapa y una que otra actividad sugerida. Actividades repetitivas y sólo se ofrece como un gran listado a ser resuelto del mismo texto encasillando al alumno y reprimiendo su capacidad de sustentar respuestas.

Posteriormente tendría que implementarse normas de supervisión a los colegios privados. Desde factores de infraestructura hasta calidad de sus educadores deberían ser, sino materia de control, al menos de vigilancia de parte del Ministerio de Educación. Algunos podrán decir que si no se puede solucionar la educación pública menos se hará con la privada. En realidad este argumento debería ser parte de una verdadera revolución educativa en el país. No sólo se trata de sueldos sino de un sinfín de necesidades que parten desde una decisión concreta y no sólo de analgésicos de “solidaridad”.

 









miércoles, 1 de febrero de 2012

Iván en señal abierta



Ayer se presentó Iván Vásquez Valera en Frecuencia Latina, canal 2 para ser interpelado por el periodista Humberto Ortiz Pajuelo más conocido como Beto Ortiz. Hay dos maneras de leer las circunstancias de las preguntas y respuestas de esta entrevista. Dos maneras de conocerlas e interpretarlas y por supuesto dos posiciones dependiendo de qué lado de la tribuna uno esté ubicado. O mejor dicho de qué lado de la cordillera esté el televidente.

La entrevista se inició con el anhelado y parece aún lejano sueño del tren a la selva (con esta entrevista creo que más lejano). Un Beto Ortiz someramente enterado de tal circunstancia realizó algunas preguntas abiertas sobre una obra que seguramente muchos peruanos recién conocían. Obviamente caían en la sorpresa de tamaño presupuesto del que refirió Iván Vásquez se requería para dicho tren. Un aproximado de mil millones que serían sacados de una futura concesión de la ruta Iquitos – Yurimaguas. Hasta ahí nada nuevo para el amazónico.

Pero en el camino él mismo fue desnudando los problemas del porqué esta obra, al menos en esta década, no sería posible. Desde la mañosería de una empresa canadiense que no realizó el anteproyecto o la viabilidad de la obra, hasta las características geográficas que impedirían tamaña empresa. Claro que a más de uno quedó claro que la concreción de el tren de la selva estaba más lejos aún que el IRRSA, pero seguramente nadie dudó tampoco del romanticismo que acompañaba la explicación de Vásquez Valera por dejar una obra que por fin refleje el gasto del canon en una la región más grande del Perú. Para los loretanos seguramente esto se sintió como un poema ya recitado.

Posteriormente Beto Ortiz, que ahora parece estar ocupado en acompañar las necesidades y requerimientos de los twiteros, se refirió al patrimonio del presidente regional. Incluso hizo una mención que en ese momento llegaba desde la redacción del diario La Región pidiéndole que le pregunte sobre la investigación de lavado de activos que se inició contra él y seis de sus personajes allegados. Claro que Iván Vásquez enumeró sus antecedentes empresariales entre los que se encontraban grifos, un centro recreacional, una empresa de procesamiento (o algo así), un equipo de futbol, una radio y una televisora local.

A veces tengo que defenderme ya que los medios locales me atacan. Dijo, señalando que un empresario que sirvió a la dictadura de Velasco y luego fue senador, dueño de un canal de TV es uno de los principales promotores de la vacancia al igual que otro cuyo familiar es regidora, ambos han iniciado una afrenta sin cuartel ni objetividad en sus medios. Estoy pensando tener un programa, le dijo Vásquez a lo que Ortiz Pajuelo replicó que para que quisiera uno si ya tiene toda la programación y soltaron risas.

De fondo quedaba la sensación de un Vásquez Valera huérfano en su región ante la opinión nacional y ni el plantel del CNI parecía acompañar en esta lucha por defenderse de sus contrarios. Esa fue una inquisición mediana del periodista pero el político ofertó la presidencia a sus “paisanos” para que se hagan cargo de una iniciativa que dijo le ha traído más deudas que beneficio. Claro no habló de los réditos políticos que esto arrastró, pero tampoco el periodista se lo recordó. En predios regionales, este argumento del CNI seguramente suena más a molestia que a satisfacción en estos momentos que el “vendaval” sopla en segunda.

Pero donde sí muchos pudieron haberse quedado convencidos de los argumentos del presidente regional fue cuando se trató de la explicación de la construcción del sistema de alcantarillado de Iquitos. Otro twitero (parece que del mismo medio o de otro que acompañaba la entrevista) le avisó a Ortiz que ya habían cuatro muertos por dicha construcción y Vásquez refutó desvirtuando esta realidad. Habló de la cirugía que representa esta obra y la molestia que acarrea en una ciudad en construcción. Se volvió al tema de los medios y es aquí donde tal vez muchos comprendieron la posición de Vásquez. Ortiz refirió que el personaje de El Sinchi” de Pantaleón y las Visitadoras de Vargas Llosa no lo había inventado el escritor en alusión a que era este el comportamiento de los periodistas en la región y el presidente regional abundó y señaló que eso no era nada a lo que diariamente tenía que soportar.

¿Esta presentación sirvió para defenderse de sus revocadores en Loreto? No creo que suceda esto con él ni con otro presidente regional de los 24 que están ante este proceso. Las agendas regionales son singulares, distintas entre sí y sus actores se mueven por diversas circunstancias que sólo reconocen, advierten y juzgan sus pobladores. Lo que sí puede haber servido esta presentación es para conseguir que sectores del estado reconozcan que la Amazonía sigue siendo ignorada por un gobierno que obtuvo un verdadero vendaval de votos en esta zona y que ahora sólo la visita y nada más.



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