jueves, 28 de abril de 2011

Lo que le espera a Ollanta


Tras el despido de la productora y jefe de informaciones de Canal N (el que se trajo abajo a Fujimori) por no acatar el apoyo a la candidata Keiko Fujimori que sus ex “patrones” empresariales no disimulan, revelado por ellos mismos a un diario español se delata lo que se preveía iba a ser la campaña contra el candidato nacionalista. Suponíamos – lo digo en plural porque los que estamos metidos en medios de algún modo lo sospechábamos, que este apoyo iba a ser más encubierto, es decir, más pantalla y papel para la candidata resaltando el mea culpa sobre los delitos en la gestión de su padre y sobre exponiendo esto del modelo económico estable como una palanca de apoyo para subir la candidatura de la congresista.

Por otro lado se esperaba también que accesos a declaraciones del hermano encarcelado de Ollanta Humala fueran a relacionar a éste con el andahuaylazo para poner en balanza y en supuesta evidencia que en ambos lados los muertos y golpes de estado están presentes y sobre el lomo. Incluso esto de las movidas de la Bolsa de valores y de la “evaluación” por parte de los inversionistas sobre el Perú que retraerían el crecimiento macro que tiene el país de ganar el Nacionalista iban a ser pan de cada día. Se veían venir y  era de esperarse, pero lo que ayer declaró PPK sobre las supuestas jugosas y exuberantes maletas de dinero que habría entregado Hugo Chávez para la campaña (del 2006 pero asume que también ocurrió para esta campaña) sí que escapaba a toda imaginación.
PPK, el candidato serio que mantendría la estabilidad económica, que la incrementaría, el economista exitoso, ex premier de Toledo y el empresario y accionista de empresas de servicio que usufructúan los recursos del país, se manda, se va de boca y sin mayor evidencia, que haber sido parte del gobierno anterior, con una tremenda “bomba” que no hace sino echar más certezas  - por si existía alguna duda – sobre la actuación de los grupos corporativos societarios y co - propietarios del Perú en estas elecciones.  Los periodistas echados es sólo un ínfimo reflejo que a la hora de la hora, los valores del periodismo, libertad de prensa, expresión y democracia son puras vainas al lado del factor don dinero de estos grupos que aún no les cabe la idea que un gobierno de izquierda, por primera vez en el Perú por medio de elecciones, pueda asumir los destinos de un país.

Esa democracia y libertad que tanto esgrimen para defender su sistema no es sino una excusa cuando alguien, por ese mismo sistema y que no es parte de ellos o sus arlequines, intenta llegar al poder. Pero sospechamos que eso no es nada, es decir, a 40 días de las elecciones aún hay tiempo para publicar alguna cuenta bancaria (que la rechazarían si fuera del otro lado pues no es ético y pertenece a los fueros personales), algún amorío extravagante, algún audio de asesor extranjero, alguna desviación o perversión en la familia, algún delito callejero, algún saca vueltero por ahí, una enfermedad terminal y testimonios de gente como PPK que no escatimarán en nada pues el poder los respalda.

No se necesita ser partidario del nacionalista para darse cuenta que el país no tiene el contrapeso necesario en toda verdadera democracia. Hay mucha gente – entre los cuáles me incluyo- que morimos por ver el país a partir del 28 de julio en un supuesto triunfo de Humala. Generará mucha gracia ver como el barco se moverá sin mayor control para los que ahora cruzan los dedos y fruncen.

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