Le calientan la cabeza a Humala

- El presidente niega entrevistas

O de repente se la calienta el sólo. El presidente Ollanta Humala, ha desestimado una entrevista en CNN el día de ayer aduciendo que tenía problemas de agenda lo que en buen cristiano quiere decir que arrugó ante los periodistas y sus preguntas reiterativas que seguramente le iban a disparar en la televisora norteamericana en función a la media respuesta que diera a Univisión sobre el tema de su reelección. Y, por si fuera poco, los viajes de su esposa Nadine Heredia y de sus hijos han dado más comidilla para un sector de la prensa que empieza a buscar un estigma en donde encuadrar a Humala y atacar reiteradamente sobre ese aspecto para que quede sentado en el colectivo a manera de referente de gestión sobre él.

¿Un presidente de un país no puede viajar con su familia un fin de semana a otro país? Desde una perspectiva seguramente que sí, más aún si se trata de un mandatario que expone a su familia con valores de unidad y ha convertido esta naturalidad que parece ser en su historia familiar en una estrategia de sostenimiento de imagen. Pero en el Perú, que un presidente viaje con toda su familia y encima le publiquen que su esposa gastará 6 mil dólares en viáticos, es un exceso, desmentido después, aclarado más tarde y traducido por varios, aún así, es un exceso.

Sumado este carga montón a lo poco claro de su posición ante un periodista internacional en cuanto a su reelección, hace salir lo que parece no será la primera trastabillada en desencuentros con los medios de Humala Tasso. Su formación militar parece aflorar cuando un periodista en ristre parece acosarlo agudamente sobre algo que debería ser resuleto con soltura de huesos. Eludir o cinturear la pregunta elucubra posiciones, avalancha la crítica lo que sin duda afecta al romance que aún vive el presidente ante la opinión pública.

Esto es así, sino no hubiera salido inmediatamente a aclarar que no se quedará en el cargo “ni un día más” lo que tranquilamente puede haberlo dicho ante el periodista sin ganarse la batahola que generó en distintos campos, incluso el económico. Se nota que se le calienta la cabeza y aún está a la defensiva con preguntas que serán pan de cada día cada vez que salga al extranjero, por otra parte si no concede o niega las entrevistas fuera del país, generará igual acá ciertos titulares, pues ahora ya nada sale de la órbita del sector radical que quiere con todas sus fuerzas que le vaya mal a este gobierno por lo que lo asocia con actitudes del bloque bolivariano, no para identificarlo sino para comprometerlo.

Por otro lado ciertas encuestas que ya están saliendo a exagerar seguramente las cifras de aprobación están sumando al termo céfalo grupo que asiste al gobierno que puede estar pensando que este romance tendrá una media de 60 ó 70% de aprobación, escapando un poco de la realidad tan cambiante que resulta nuestro país cuando se trata de imagen pública. De hecho este viajecito ya les restó por lo menos unos cinco puntos. ¿Podrá dominar esa incomodidad - intolerancia ante la pechada que los periodistas le recordarán sobre sus puntos débiles al presidente? Tal vez debería entrenar saliendo más a medios nacionales, aunque sea a los oficialistas y se recree la idea – en el tiempo claro - que es más canchero con este protocolo que significa convencer más que hablar por twitter.

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