domingo, 14 de diciembre de 2008

Hipótesis de trabajo electoral






Como se empieza afinar el chato y el pelacho





Sin duda la alusión a una eventual valentía de Rivadeneyra al entregarse a la justicia luego que le dieran orden de comparecencia en el proceso judicial de ampliación del mercado Modelo, es una apuesta directa a la campaña electoral que contó con portátil y sentimentalismos de por medio y con una gran dosis de hacer parecer que el candidato que se mantuvo en la clandestinidad tiene una ventaja varonil sobre el otro posible candidato que también estuvo en la misma situación y que ahora ocupa el cargo más alto de la región.

En ambos casos lo que directa o indirectamente tratan de decirles a su potencial mercado electoral es que la valentía y su situación moral prima sobre cualquier contendor. Capitalizar esa “valentía” parece que ahora será la bandera y la propaganda a utilizar debido a que en ambos casos - al que se suma un tercero que podría ser sin duda el invitado aprista (y ya sabemos quien podrá ser y su sonrisa estruendosa lo delatará)- las acusaciones sobre su actuación en la administración pública y sus proceso de por medio serán el talón de Aquiles a utilizar en lo mediático.

La “valentía” suele ser un buen argumento, el discurso moral también cala en un sector amnésico de los que abunda en nuestra sociedad, por eso talvez la estrategia del golpe final podría ser lo que en los tres casos podría resultar más efectivo. En ese sentido una apuesta interesante para un análisis mayor es el que podría estar sucediendo en la ciudad Blanca, con sus aburridos candidatos de por medio. Es claro que los políticos se encuentran siempre en campaña y cada paso, cada verbo y cada gesto es por naturaleza una posición de campaña. Claro que hay extremos que lindan con el bochorno, cuando se observa a los mini candidatos de mini municipalidades con gran desfachatez económica y personal que hacen de su vida una campaña cuando lo único que hacen es el ridículo.

Pero a lo que iba. Es claro y preciso señalar que el desgaste público es la peor desventaja que tienen los candidatos - autoridades. Por eso en Arequipa el Chato Guillén – que se formó entre los moscovitas y que hizo de las obras faraónicas su permanente campaña – ahora ha optado por un perfil casi de ultratumba. No aparece para lo cotidiano, no da declaraciones a nadie llegando incluso a ser punto blanco de los medios en general por hacerse el “muertito” en una ciudad con crecientes problemas. Sólo sale a la palestra cuando se trata de Majes II o la circunvalación (un circuito enorme que amenaza ser la obra vial en ciudad más grande del país) es clara su intención de llegar a Lima y quiere utilizar una estrategia similar a la de Castañeda en la capital, claro está, que esta opción es de doble filo.

Una similar actuación parecería imposible en Loreto pos razones de personalidad social colectiva que existe en la selva, pero podría ser sin duda una alternativa a la creciente acusación de machacarles todas las persecuciones judiciales y policiales a las autoridades de turno. Por ejemplo si Norman Lewis, un candidato que requiere de un soporte político para coexistir en Loreto, podría esta vez sí tomar mayor actuación en miras al fortalecimiento de su grupo, tratar lo diario y reservar los anuncios espectaculares, los éxitos futbolísticos y los trenes a la costa para su jefe inmediato. Por su parte la utilización de los Unipolistas de algunas “grandes” obras como evidencia de su trabajo (Estadio, La Participación, culminación de la carretera, etc) será el mayor plus que les daría réditos en cierto grado.
En Arequipa suele suceder algo para aplacar la campaña a los apristas y es hasta cierto punto cruel para los ciudadanos. La variante de Uchumayo la salida hacia la Panamericana fue mal remodelada por el aprista Vera Ballón con bombos y platillos pero esta vía se deterioró rápidamente de tal manera que miles de ciudadanos que circulan a diario no olvidan que la culpa fue de los apristas del Gobierno Regional y sospecho que no la van a volver a construir en desmedro de los que la sufrimos como una tácita alusión de lo malo que puede ser un gobierno regional. Me imagino que podría pasar si el CNI clasifique a una Sudamericana y el exquisito estadio no podría ser utilizado porque la remodelación contó con bastante dinero pero con aforo mentiroso que no le permitiría a una ciudad gozar de fútbol internacional. ¿De quien sería la culpa en plena campaña?

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