miércoles, 9 de septiembre de 2009

No era homosexual, era gay



Hablar en abreviaturas, apócopes o palabras al revés (o sea invertidas) es gay: mi abue, tu celu, el ñoba, mi lompa, el bille, seño, veci, porfa o - ¡qué desfuerzo! – porfis. Quitarle las últimas sílabas a los nombres – Fernan, Javi, Fede, Gonza – es gay. Chatear es gay, chatear usando emoticones es recontra gay y si los emoticones tienen efectos especiales del tipo-labios-gigantes-que-te-besan-a-toda-pantalla, bueno eso ya no es gay, eso es cabrazo…Ser culto, es gay, tener blog es gay..ser periodista de espectáculo es gay, pero cubrir la sección cultural es aún más gay…saber cuánto mide tu pene es gay. Llamar pene a tu pene es gay…” Todo es Gay- Por favor no me beses


Decir lo inesperado puede ocasionar siempre dos cosas. Como en la vida, todo está supeditado a lo bueno y a lo malo, lo negro y blanco a lo alto y/o bajo, gordo o flaco. Yin, Yang etc. Beto Ortiz también es algo así. Hombre, mujer o al revés, pero los intermedios todavía son algo no comestible para nosotros. Contranatura, iconoclasta, irreverente, desconocido, inaceptable, indigerible, extraño y porque no, censurable. El libro del periodista sugiere también dos cosas. El presentador de la TV que un día se atrevió a instaurar una discoteca en plena Amazonía, mucho más imponente que cualquier otra, frente al río, republicano, azulejos y toda la farándula limeña se encontraron para fumar por la prosperidad de una buena idea, que sin embargo se truncó porque hubo mala administración o de repente sí había, no hubo buen marketing o talvez sí, no existió nunca un plan, de repente sí lo había, nunca se compitió, seguramente que sí, la gente estaba acostumbrada a otros formatos, de repente no, pero nunca se habló que la propiedad de una discoteca en manos de un homosexual, era un espanto para la abierta y tolerante fe “charapa” o de repente sí se habló, pero no importó, ¿oh sí?

Pero presentarlo como homosexual ante su libro, no debió generar un levantamiento emocional, ¿oh sí? ¿porqué? Si es una casualidad de las hormonas a no destacar sino por el contrario enumerar entre otras que no distinguen o menosprecian una obra, entonces ¿porqué deberíamos alertarnos?, no que éramos los superados, los mentes abiertas, libre pensadores, “alegres”. No debió utilizarse para la broma o el espanto y, por el contrario, debió haber sido un honor un galón en el pecho, una herida de guerra, pues la discriminación contra un género que de por sí es censurado y mal olido, que se sobrepone ante todo y destaca haciéndolo libre y hasta “fashion” es todo un triple mérito, o de repente, aún no lo es.

Dos cosas. Como en su auto-presentación en la solapa de su libro “Por favor, no me beses” donde Beto Ortiz empieza. “Es homosexual. Tiene 41 años y 3.5 de miopía, alergia al polvo, hipotiroidismo y pie plano…” Por fin lo dijo, es homosexual ¿oh no? Porqué se ríen entonces, si él lo dice ante miles de sus seguidores que además hasta pueden acariciar sus palabras lo pueden acurrucar con la ternura valiente que significa ser homosexual en una sociedad donde te ríes de él, con él, de mí, de tú propia experiencia: ¡conchudo de mierda! ¿Porqué no se puede decir esto ante 60 personas? Quienes seguro han llegado liberados y predispuestos a ver su alma inconsciente de hablar por nosotros cada noche a las 11 como enemigo íntimo, blandiendo su humor y su irreverencia como una especie de espada cuya licencia sentimos que ha nacido de/por nosotros.

Sólo dos cosas pueden suceder. Si digo que es un puta escritor, no pasa nada y por el contrario de repente se enterarán que el libro es una edición de lo último que ha hecho en medios que ya se han leído, pero si dices que es homosexual pueden pasar dos cosas. Que la gente lo admire aún más por haber superado una barrera nacional y se rindan ante sus pies por la maldita pluma que maneja, pero si no, puede suceder que la gente lo vea con ojos de carroñero. Si lo primero sucede está bien, pero si pasa lo segundo pueden pasar dos cosas. Que terminen por caer en el recuento soso de las causas de su llegada a Iquitos o que la gente se fije en su pantaloncito oscuro y sus singulares y pequeñas zapatillas marrones, sus gestos exagerados y su sonrisa cómplice hacia su acompañante, si pasa lo primero, entonces estamos bien, pero si pasa lo segundo, entonces pueden suceder dos cosas. Que la gente caiga en cuenta que se trata de un tipo normal y hasta “ganzo” que, además aumenta su mérito o que cualquier cosa que se diga de ahora en adelante pasará desapercibido porque ya todo es homosexual. Si pasa lo primero estamos bien, pero si pasa lo segundo pueden suceder dos cosas. Que la gente piense que es un “buen” homosexual que ha tenido los cojones para reírse de él mismo en sus crónicas urbanas, en la TV o con cuanto círculo conservador que se le ha cruzado lo que incluso lo ha llevado a enarbolar la bandera contra la discriminación (étnica, social de género, etc…), pero si pasa lo segundo pueden suceder dos cosas.

Que la gente en el Noa empiece a verse entre ellos para identificarse por la risa quién es más homosexual que el otro, o quién se ha vestido levemente rosa o “súper” o quién no ha ido al gimnasio esta semana o puede suceder que de ahora en adelante el otro presentador utilice lo “homosexual” para darnos cuenta que una palabra tan generalizada e instaurada es al mismo tiempo algo que no te puedes licenciar sin esperar que no pase absolutamente nada. Así estés donde estés. Beto, aunque no lo reconozca y ya se haya curtido de las “simpáticas” burlas del Chino que además todos celebramos fuertemente hasta que retumben las paredes, se ha sentido herido. De repente no debió suceder ninguna de las dos cosas y obedecer la mirada de admiración que Beto me escupió y que me anticipaba toda la historia y hasta creo haber sentido un reverendo “oe conchatumadre, que hablas ya vez, yo puedo ser homosexual, pero no debes decirlo y si lo dices, dilo como gay”. Por favor ya no me beses. I Won´t do it again, please, Beto.

Lea http://www.federicoabril.blogspot.com/





1 comentario:

MUSMUKEANDO - FRANZ MAX dijo...

EXCELENTE CRONICA!

NO LO DIGAS! TODO EL MUNDO YA LO SABE!