El corazón de Lima

El lunes se realizó talvez la mayor protesta de los dos años del gobierno de Lima y esta apuntó al corazón de Lima con una inusitada fuerza que, para dejarla en el ambiente y no cunda el miedo y la réplica, muchos medios trataron de pasarla por agua tibia, en el mejor de los casos, e ignorarla en el peor. La protesta que agrupaba a miles de beneficiarias del Vaso de Leche de la capital toco la fibra más profunda del gobierno que ese mismo día y a los minutos de descomunal despliegue femenino e infantil, el propio Jorge Del Castillo tuvo que salir a decir bien claro y fuerte que no habría recorte presupuestal para el 2009 para este programa y acabar con la flama que ya amenazaba con socavar el “calzón de monja” en la que se ha convertido la capital y donde reina la mandíbula batiente del Dr. García Pérez.

Allí se encontraba la carne que se necesita para el “cambio del alma” que reclama ahora el aprismo. Pero cuidado que este cambio del alma, aunque ellos no lo crean, los puede perjudicar y más aún al grupo empresarial con el que gobiernan a regañadientes de sus verdaderos militantes y no de los sobones y filosóficos e interpretadores de la palabra del Dr. García. Porque si habríamos empezado por un cambio del alma hubiéramos dejado de ser mezquinos y reconocer que no eran siete mil personas como contó Correo, el diario favorito de los apristas, contradiciéndose pues señalaban incluso que las mujeres abarcaban una extensión de 10 kilómetros (es decir 100 cuadras de 100 metros lo que haría fácilmente unos 80 mil metros si contamos que las pistas tiene un ancho de 8 metros que es poco para los que conocen las avenidas Arequipa y demás por donde circularon las madres). Tremenda barbaridad pues estaríamos hablando que una persona se encontraría distanciada en diez metros aproximadamente durante la protesta, lo que es una exageración para las pocas imágenes y recortadas que se ha visto en la televisión que aún no “cambia su alma”, y que por supuesto no le convendría que jamás cambie a lo mejor del aprismo.

El decano de la prensa nacional no lo titulo, no lo consideró entre sus “destacados”, ni siquiera acompañó en portada con versiones del oficialismo, como suele hacerlo, cuando las papas quemas en provincias. Y es que saben muy adentro que esta movilización semejante a las provincianas en el corazón de Lima no atenta al gobierno ni a su política establecida y consentida por la derecha mercantil, sino atenta al alma de verdad y a su posible verdadera reforma.

Que Lima se haya convertido en el verdadero poder electoral digno a ser satisfecho y bendecido significa que cualquier movimiento social debería ser inadvertido por el poder de la prensa y aplacado por el poder oficial. En esta ocasión las mujeres y sus niños han demostrado como - si quisieran - las fuerzas sociales en Lima podrían jaquear en dos por tres el corazón del poder limeño. Pero Lima es un pulpo fraccionado, disuelto por un estilo de consumo basado en varias urbes pobres adornados con edificios limpios donde se muestra la variedad producida en provincias, que es el mayor signo de desarrollo y que los limeños llaman Supermercados.

A Lima le preocupa sólo el tránsito. Justificable porque su exagerado crecimiento ha devenido en la existencia de una forma de vida basado en kilómetros y horas hombre para llegar de un sitio a otro, de un distrito a otro, son varias ciudades en una, por eso cuando Castañeda construye les preocupa más los cortes de vía, cuando marcha la CGTP o las madres del Vaso como ayer, el tema de los medios de información es el tránsito, nunca “los otros”. ¿Para que reforma del alma? Que se queden con esa alma que tienen, le conviene al gobierno, caso contrario, este se viene abajo.