miércoles, 13 de agosto de 2008

Los Niche







¿Quien no ha escuchado La Entrega? Sino lo han hecho puede estar sucediendo tres cosas. Uno. Usted es un total ignorante de la salsa. Y no digo de la salsa caleña en particular esa que tiene sus sustancias propias y que creo que es la que más se ajusta al sentimiento peruano, sino a la salsa en general. Dos. Usted jamás se ha enamorado o siquiera entregado a la pasión al sexo opuesto o el propio, sino no podría pasar desapercibido esta parte. “No me niegues la vida, que yo quiero ser feliz. Dame la esperanza, que yo quiero sonreír, si te encuentras, no me huyas, no te burles no me engañes…” Tres. Usted vive en otro planeta, o la ha escuchado eventualmente pero no ha desarrollado su sensibilidad por falta de instrucción en la escuela o la familia hacia el amor y el desamor lo que entonces podríamos llegar a la primera premisa. Usted es un ignorante. Sino no podría dejar pasar. “Una sorpresa puedo darte sin querer, por más que mi costumbre sea perder, pero esta vez no, y yo digo que no, no, no como ayer”.

Uno de los mayores referentes de la salsa que ha pasado las generaciones 80, 90 y 2000 es sin duda este grupo caleño. Pues uno recuerda con fascinación Hector Lavoe, Frankie Ruiz, Celia Cruz, Wily Colón, Richie Ray, Ismael Rivera, Ruben Blades, Cheo Feliciano, Eddy Santiago, Oscar D´León, El Gran Combo etc, pero es la letra y el sabor de Niche el que ha ganado adeptos en todas las generaciones y no sólo es un hecho comercial, sino la esencia del pueblo colombiano al menos el de una cuenca, la del Pacífico.

Lo fundó el gran Jairo Varela Martínez, nacido en Quibdo – Colombia (que es la capital de Chocó una provincia a orillas del pacífico y limítrofe con Panamá al norte de lo que constituye el valle del Cauca cuya capital es Cali) en 1949, empezó su carrera musical a la edad de 8 años con el grupo folclórico "La Timba". Luego se desplazó a Bogotá mediados de los años '70. Se desempeñó en múltiples oficios ajenos a la música, inclusive fue cuidador de carros. Tiempo después, músicos de la localidad, viendo su talento musical y sobre todo su buena visión de negocios, conformaron el Grupo Niche en año 1980. Varela es hijo de una poetiza, nunca estudió música, tuvo un padre taciturno y un abuelo negro que es considerado pionero en la empresa colombiana. Estuvo dos veces en la cárcel acusado de enriquecimiento ilícito. “Pero esta vez no, y yo digo que no, no como ayer, me fui engañado y todo lo entregué, todo, se lo di y no supe porque se fue, y sólo pensaba hacerla feliz, nunca imagine, ciego me quedé...”

Tiene más de 25 trabajos discográficos y la mayoría de temas son compuestos por este hombre que ha tenido que emigrar a Cali para conocer la fama y experimentar con un fenómeno que él ha impregnado en la salsa, la exclusión, la pobreza, el amor e inaugurar una nueva ruta para la salsa en América del Sur.

Por el grupo han pasado diversas voces que le han dejado un sabor a cada uno de los temas, pero de los que más se recuerdan sin duda son la de Tito Gómez, Javier Vásquez y desde luego Charly Cardona. “No me niegues la vida, te lo pido por favor, no me des la espalda, necesito tu calor, cuando duermas no me finjas, en tus sueños no me cambies, dame la ternura de tu corazón que yo sabré pagarte con amor, pero esta vez no y yo digo que no, no, no como ayer. Fui engañado y todo lo entregué, todo se lo di..”

Hace poco el Grupo estuvo en Arequipa y ratificó su estilo y su convocatoria, lástima que no hayan venido para el aniversario donde seguramente hubieran sido la atracción de lo que se llama la Feria Internacional, aunque estarán Gabino Pampini, Andy Montañez y otros, Niche es legión en el Perú. Lástima que haya gente que los haya maltratado, hace poco leí una entrevista que le hicieron a Varela donde hablaba del poco apoyo de las autoridades de su país a la música que ellos hacen y hasta los vínculos de la droga para con el grupo. En fin, en Colombia ¿quien no está relacionado de mala manera con este estigma?, es como a los peruanos nos vinculan en el exterior con la delincuencia, en fin en todo lado se cuecen habas. Pero los maltratos surgen también en el Perú para con ellos, como es eso de haber vendido entradas en Iquitos para su concierto y luego no presentarse porque a un empresario no se le ocurrió pagar por adelantado lo pactado. Criolladas. “No hagas, no hagas llagas mis heridas/ Toma, toma que eso es vida /Dame, dame un poco de cariño /Mira preciso el anillo y las llaves del castillo…”

PD.
No vamos hablar del permanente maltrato de Alan a la prensa, sería ensalzar el ego infinito del hombre que esta cavando la tumba de su partido, peor con la inflación, mejor hablemos de salsa. Un saludo para los salseros de Salsamanía. Pónganme este tema a las 10 en punto de la mañana por LVS.



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