miércoles, 20 de agosto de 2008

Los Indígenas han vuelto






Resultan impertinente y a veces hasta insultante a la inteligencia peruana – al menos a la poca que queda – insistir en la matonería de encasillar las posiciones ideológicas y narcisismos del gobierno, cada vez que aparece un conflicto social como el que ahora sucede con el levantamiento indígena en las regiones de Amazonas, Loreto y el nor oriente del Cuzco.

Impertinente porque el estilo oficial de apertrecharse en una posición intransigente cada vez que algún peruano protesta no hace sino avivar el fuego social que ya parece desbordarse en el país. Más aún ahora que la población indígena de esta parte del país ha puesto en el debate nacional la poca viabilidad de una serie de leyes y decretos que, más que por incongruentes, parecen caerse por la poca maniobra de manejo que tiene en general el estado peruano más que el propio gobierno en sí, para con los grupos minoritarios y su tratamiento especial.

Resulta insultante porque una lectura occidentalizada de “estar propiciando la ciudadanía de los grupos indígenas” al abrirles la posibilidad de concesión – venta de sus territorios ancestrales ya no parece ahora un fracaso de la política oficial ni siquiera de la incompetente “Oficina de Prevención de Conflictos Sociales” con la que cuenta la Presidencia del Consejo de Ministros, sino una consecuencia original de la misma ignorancia de siempre para tratar con estos grupos amazónicos.

Yo, sí creo que la torpemente denominada “Ley de La Selva” ahora derogada en el Congrezoo, podría tener algunos bemoles de beneficio para el manejo de los indígenas amazónicos con sus tierras y sus inmensos recursos. El problema mayor, que ahora se ha agravado más, fue la incapacidad de establecerla concensuadamente con estos grupos que poseen un conocimiento propio del significado de territorialidad y que obviamente atenta contra nuestra concepción occidental y de la cual estaba plagada esta bendita ley.

Por otra parte, estos decretos que “apuntaban a fortalecer los derechos de las comunidades” al tener la posibilidad de concesionar – vender sus tierras al someterlas a votación occidental de mayoría simple en asambleas, obviamente se sabía que tendría un componente político de destierro de los indígenas y que por ese mecanismo podrían haber sido manipulados por intereses voraces y económicos, un mismo manejo del que ahora se acusa a estas ONGs que al parecer ni siquiera los propios indígenas conocen a exactitud.

Al final ha resultado ser el mismo caballito de batalla de los Giampetris de turno al asociarlos con los grupos comunistas (¿cuáles son en la selva?, al menos con la fuerza para seducir a semejante grupo indígena) y obtener un tinte político excusa perfecta para declarar Estado de Emergencia. Es lógico para el gobierno, no lo es para el pueblo indígena que aspira a que en casos de manejo de territorios - si las cosas siguen así - mejor que el Estado ni los toque, ni los mire.

http://www.federicoabril.blogspot.com/

No hay comentarios: