miércoles, 6 de mayo de 2009

Las mujeres madres


De lo que son capaces

I) Hace unos meses un caso llamó poderosamente la atención en algunas redacciones। Una mujer que horas antes había acusado a su esposo de haberla agredido brutalmente – las huellas de los golpes eran contundentes – y no sólo eso, sino haberla echado del domicilio que compartían. La esposa buscando un poco de dignidad y sacando un orgullo de donde no había, denunció a su esposo militar. Al día siguiente ella misma empezó a recorrer las mismas redacciones con un informe psiquiátrico que decía que, en realidad, ella estaba loca y por consiguiente lo que había declarado no podía ser tomado en cuenta. Fue indignante porque el documento aludía a los hijos y al esposo como los únicos que podrían resguardarla. Ella no se lo creía pero tenía que actuar y lo hacía bien. Estaba loca, al menos lo creí. Llámalo amor si quieres.

II) Cuando se revelaron los primeros informes de las mujeres senderistas y su actuación durante los veinte años de terrorismo provocado por Sendero Luminoso SL, la actuación de las mujeres fue realmente sorprendente। Un ejemplo fue la camarada “Betty”, una joven que a los 17 años, escuchó hablar de “la guerrilla” que luchaban en contra de la pobreza y la injusticia. Encarnó un grupo senderista de 19 miembros donde el 30% eran mujeres. 8 mujeres del Comité Central de SL eran féminas y fueron las encargadas de liderar escuadrones de aniquilamiento y las que daban el “tiro de gracia” a los militares y policías caídos. Fueron constantes por un objetivo, persiguieron, asesinaron y casi nunca se embarazaron porque para ellas, lo asexuado debería ser una norma básica en pos del partido. Llámalo pasión si quieres.

III) Casos donde la mujer destaca de una manera particular por su actuación। Son casos donde generalmente no la vemos. Ellas, para nosotras siempre son dulces, muy maternas y claro, se dice que son capaces de levantar 7 veces su peso cuando está en peligro su descendencia. Que es capaz de canjearse por un hijo rehén o prisionero y hasta alberga sin mayor cuidado al hijo reñido con la ley. Indescifrables y dignas de ser destacadas por su lucha, en Loreto aún más, la segunda región del Perú con la mayor cantidad en promedio de madres solteras. El hombre puede dejar a los críos porque no los ha sufrido, la mujer carga con ellos hasta el fin de sus vidas. Llámalo esfuerzo si quieres.

IV y V) Un paréntesis। Me internaron a los 10 años por un problema cardiaco, estuve casi cuatro meses afectado por una infección auditiva que extrañamente había atacado al corazón. Un caso medio insólito que hacía pasar a cientos de médicos por mi cama que se había convertido en un mini jardín donde abundaban los regalos y juguetes. Parecía que era el fin y que debían darme lo último y lo mejor porque los médicos no encontraban el remedio a la misteriosa enfermedad. Mi madre, Reyna Feria, nunca dejó de asistir religiosamente cada mañana, ni un solo día, al Hospital General de Arequipa. Trabajaba en ese entonces por aquí y por allá. Mi padre era un maniático de la política de aventura y en ese entonces estaba por los campos de Apurimac y Cuzco y creo que hasta el día en que murió, nunca se enteró de esa enfermedad.

Pero fue una y otra vez al hospital y en una de esas sentencias de los médicos, el diagnóstico final fue que la altura de 2300 metros no era apropiada para los latidos de mi corazón y amenazaba con reventarlo। Decidió llevarme a la zona costera, al menos eso lo planeo al tercer mes. Me hice la idea de vivir solo con ella. Mis hermanos con mis abuelos, así me lo hizo saber entonces de la manera más descuidada y tierna. Esperó, auscultó, preguntó y pagó con el dinero que jamás tuvo entonces, pero al cuarto mes una medicina insólita hizo desaparecer la enfermedad de pronto y salí caminando sin tener la mayor explicación.

Me voy a morir de un ataque al corazón, eso lo tengo asegurado y no me da miedo porque así lo he escuchado y soñado muchas veces। ¿Cuando será? espero que no muy pronto porque tengo que ver a Santiago y Mateo reemplazándose। Ese corazón que mi madre ayudó a fortalecer y salvar en el hospital más frío del Perú, algún día me pasará factura terminal. Ese corazón que ahora palpita gracias a ella y que seguro morirá cuando el suyo deje también de latir. Llámalo suicidio, si quieres.

1 comentario:

Paranaguá_wilson dijo...

Muy buena su redacción referente al edital LAS MUJERES MADRES, muy bien escrito, magistralmente...tengo 51 años, pero mi corazón se enterneció leendo esas lineas...realmente la mujer que es MADRE, hace lo posible del imposible...Federico, muchas gracias por diagnosticar que mi corazón todavia está latiendo, es señal de que estoy vivo...gracias.