miércoles, 15 de julio de 2009

Los Fantasmas del humo




“La cortina de humo” es una película de Estados Unidos de 1997 dirigida por Barry Levinson y escrita por Hilary Henkin y el afamado novelista David Mamet. Esta película trata de los recursos que usan los políticos para poder ganar unas elecciones. En este caso se inventaron una guerra (en Albania) debido a que los oponentes soltaron la noticia de unos abusos sexuales del presidente a una menor que visitaba la Casa Blanca a solo unos días de las elecciones.

El fin de Marco Antonio

Una serie de comentarios de los hombres “rosa” han empezado a levantarse a raíz del asesinato del peluquero – estilista y viceversa Marco Antonio que relacionan el hecho con una conspiración machista y de crueldad contra los que “aspiran” ser de otro genero o los que se creen que por su condición homosexual deberían o pretenden ser tratados de una manera diferente hasta en la muerte, que lo sangriento pase desapercibido y sea considerado casi normal como si se tratase de seres comunes y corrientes cuando no lo son. No soy homofóbico y menos machista. Pero en la muerte de Marco Antonio y Alicia Delgado podría caer exactamente la frase que “a quien a hierro mata, a hierro muere”. El asesinato es execrable desde cualquier ángulo, pero lo es porque significa la muerte de un ser humano y no porque haya una confabulación generalizada por tratarse de un(a) homosexual, al menos no es estos casos.

Los componentes que existen son los mismos que se atribuyen a otros homicidios de esta naturaleza, la envidia (éxito económico de uno en desmedro de otro), la venganza (enrostrar involuntariamente el ritmo de vida), la humillación (de alguien con poder y alcance a la “fama” efímera de las fotos y la pantalla) y un ajuste (de cuentas por servicios sexuales o por simple hecho de esconderse algo muy valioso como la información de la vida exagerada de un personaje ligado a las drogas, el sexo y la perversión todo junto a la delincuencia corriente de una banda acostumbrada a estar infiltrándose en este tipo de personajes más vulnerable que otros debido a sus excesos, un condimento terrorífico que te puede hacer encontrar la muerte a la vuelta de la esquina.

La calle es una selva de cemento y la extravagancia una tentación para la parca, una avenida de poco aliento que termina en algo macabro, obviamente llevado a la estratosfera por la minuciosidad – en eso sí – de los medios para conocer la marca de los cigarrillos que fumaron, el nombre del local del chifa donde compraron el menú, y hasta el año en que adquirió Marco Antonio el jarrón con el que le rompieron la cabeza para desmayarlo minutos antes de su muerte. No hay homofobia, hay pasión sangrienta, desenfreno y hasta ambición como una mala manera pero esperemos didáctica y violenta de un manual de lo que no deben hacer los hombres rosa para no caer en las garras del desenfreno y encontrarse, antes de tiempo, con el fin de los días.

¿Dónde está la gripe?

Las alarmas de la exageración han sido una de los recursos más valiosos para evitar que la influenza se convierta en lo que no es: Una pandemia a nivel mundial que iba a llegar a todas partes del mundo. Parece, que hasta en eso, no contamos para los virus, los números, las normas oficiales o para las estadísticas de salud, porque en todas ellas se muestran a diversas regiones del Latinoamérica y del Perú (INS) y sin embargo la selva – literalmente - no aparece ni siquiera en alerta amarilla ni aporta enfermos, menos muertos, como si no existiéramos para la geografía de las enfermedades. Sin embargo las clases en educación han sido suspendidas y con ello el gran movimiento del comercio (actividad fundamental en la ciudad) ha quedado afectado. Una cosa que ninguna organización (llámese Cámara de Comercio, Colegio de Economistas, Contadores u organismos relacionados) se atreven a medir, supongo que más por incapacidad que por falta de iniciativa.

Todo eso ha generado un paz pasajera para todos. El gobierno central – mediante la Policía – atiza los condimentos de Alicia Delgado, Marco Antonio y luego la Influenza como una perfecta cortina de hierro ya ni siquiera de humo. No hemos podido estas exentos y hemos caído en el juego voluntario, porque un principio ciego de la influenza es permanecer lo más quieto posible, o simular ser un fantasma y no sólo para transitar en medio de la multitud que puede subvertir cualquier amago de protesta, sino hasta para pensar por eso desayunamos Alicia Delgado, almorzamos Marco Antonio y en la noche nos cuidamos de lo “porcino” que puede significar la realidad nuestra de todos los días. Y para variar y si quieren un postre de fin de semana servimos en la mesa un lindo clásico de fútbol peruano o el CNI ganando será la buena oportunidad para que brindemos por lo especial que es vivir el mejor país de los fantasmas. Sólo nos falta una virgen que llora que espero ser el primero en descubrir.

Lea: http://www.federicoabril.blogspot.com/

No hay comentarios: