jueves, 8 de octubre de 2009

¡¡Vuelve el perro arrepentido!!




Las exoneraciones pasan piola en medio de tanto escándalo y otra vez el looby de unos cuantos en desmedro de los más pobres.


Sería un gesto de verdadera identificación con la solución profunda de los problemas de la selva que la ley que restituye las exoneraciones tributarias sea observada por el ejecutivo, no porque eso traería un beneficio inmediato a la economía de la selva o en contrario, no porque perjudique a la masa popular – como saben decir los defensores de siempre de estos beneficios económicos – sino porque tal vez se abriría un debate de un verdadero plan para incorporar efectivamente a esta región dentro del desarrollo nacional y que esta zona, tan importante como olvidada, deje de ser la exclusividad de unos pocos, en lo que a sus usufructos y derivados políticos, se refiere.
El Ministerio de Economía y Finanzas ha informado por enésima vez que esta medida no cumplió sus objetivos, pues el crecimiento económico de la Amazonía entre 1994 y 2008 ha sido a tasas menores que la del resto de departamentos. Asimismo, el PBI per cápita de la población de la selva fue en 2008 de S/.3,342, un 50% menos que las demás regiones del país. Es decir, la gente de la selva recibe en sus bolsillos, en promedio, la mitad de lo que otro poblador en el país recibe. La respuesta es simple, mientras un puñado de “loretanos” se lleva la gran tajada mediante estos beneficios, la mayoría no lo percibe en sus ingresos.

El MEF también estimó que el costo anual del no pago del IGV, del Impuesto Selectivo al Consumo y del Impuesto a la Renta asciende a S/.858 millones, y que el 50% de este beneficio, por reintegro tributario, se lo llevaron 40 empresas de la zona oriental del país, la mayoría de ellas ubicadas en Loreto. En lo que se refiere el crédito fiscal, dicha medida se concentró en dos departamentos: San Martín y Loreto. Apenas cinco empresas de dichas localidades se llevaron el 84% del beneficio fiscal. Y apostaría que esos propietarios de esas cinco empresas y de las 40 que reciben el reintegro son las que, o más regionalistas se creen, o son los que alimentan a estos grupos sindicales o “federalistas” con plataformas de exclusión del país, de exoneraciones hasta el 3000 o de exigencias tremebundas que no afecten su estado natural de beneficio contranatura.

Rogel Rumrill ha dicho que esta ley es una caricatura y que los comerciantes defienden la norma por conveniencia y es verdad. Estos comerciantes que utilizan algunos congresistas metidos en el negocio de los reintegros, es una lástima porque se nota que hablan por su bolsillo y les interesa un pepino los más pobres de Loreto. Es cierto, la amazonía requiere de un trato especial, con ventajas económicas, pero no las que tiene actualmente sino un plan concreto y supervisado, no como el salvavidas que ahora le han tirado a los mismos de siempre. Un plan que tenga que ver con construcción de vías, de industria moderna, manejo y tecnificación de la extracción de flora y fauna, concesiones en serio y no preferencias explícitas. Hasta los mismos presidentes regionales de San Martín, Ucayali y Amazonas se han opuesto a esta restitución porque es evidente que ya no podrán disponer de los recursos (S/ 30.000 millones hasta el 2017) que se habían implementado para mitigar este presupuesto “perdido”, ahora lo gastarán unos cuantos, bueno, siempre y cuando no sea observado por papá Alan.


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