- El Sutep quiere hacer creernos que es oposición
A diferencia de lo que muchos piensan
yo creo que esta huelga nacional de los docentes convocada por el Sutep no va
durar mucho tiempo. Es más, creo que no llegará ni al mes como máximo y morirá
convenientemente mientras se vaya despabilando uno a uno los artículos del
proyecto de ley de la denominada Reforma Magisterial (RM) propuesta por el
gobierno para unificar al magisterio en una sola norma.
Esta huelga es un espejismo que
un sector minoritario pero dominante en el sindicato ha establecido más como
estrategia que como demanda nacional en este sector. Incluso se puede afirmar
que la medida de huelga es para presionar a la oposición antes que al propio
gobierno. La huelga ya ha desechado, por ejemplo, las voces de algunos
opositores de esta propuesta en el Congreso que denunciaban que aprobarla
significaría un retraso en comparación con la ley de la Carrera Pública
Magisterial (CPM) implementada por el Apra. Esa es una primera batalla ganada
para el Sutep.
Y nadie discute en estos momentos
sobre la ley de la CPM e incluso hay consenso en desaparecerla. Ahora la
disyuntiva es la propuesta presentada por el sindicato versus la ley de RM,
pasando por algunas sugerencias del Colegio de Profesores y de los integrantes
de la Consejo Nacional de Educación.
Para más pruebas, el presidente
de la Comisión de Educación del Congreso, Daniel Mora ha anunciado que se
pueden incluir iniciativas del Sutep en la ley de RM y ayer el propio
presidente del Congreso Víctor Isla ha recibido alegremente la comitiva del
sindicato en su primer día de huelga y se han comprometido a formar una mesa de
trabajo para ver, sobre todo, el tema de los aumentos, independientemente de la
discusión del proyecto en comisión.
Es decir, el sindicato ha
conseguido en 24 horas que el gobierno acepte finalmente sus dos únicas
demandas que parecen importarles en el marco de la nueva propuesta: el aumento
de salarios y la eliminación de los despidos en el marco de las evaluaciones en
la propuesta de la ley de RM. En el camino seguramente se sumará la eliminación
de la reducción de niveles de los que se encuentren en la antigua ley del
profesorado y asunto solucionado.
El gobierno si hace estas dos
modificaciones seguramente la aprueba antes de noviembre y los dirigentes
levantan la medida una vez escuchados en el Congreso y aceptadas sus
iniciativas. Claro que de por medio se justificará este levantamiento de la
medida radical con una supuesta sintonía con la preocupación nacional de los
padres de familia y alumnos del sector público.
Además, hay que recordar que el
Sutep ha perdido un terreno importante en varias regiones que no se han plegado
a la huelga por considerarla desleal a sus intereses de lo que realmente quiere
el maestro encabezadas por esta facción denominada Conare. Cómo está magullado
el sindicato no les conviene desprestigiarse aún más ante la opinión. Aunque
esto ante los ojos de los padres de familia y los niveles educativos en los
alumnos sea lo menos importante.
Diversos estudios estadísticos
serios señalan que a estas alturas los índices de atención en la educación particular
en el país prácticamente están equiparados en relación a la pública. En
buen romance esto significa que ya no se
justifica la creación de plazas que es además una demanda del Sutep en algunas
regiones.
Por el contrario, hace falta una
racionalización con lo que miles de docentes estarían prácticamente sin horas
lectivas y por ende sin trabajo. Entre otras cosas este es el resultado de la
mala educación pública a la que muchos gobiernos no han contribuido en
resolverla sino por el contrario la han acrecentado abonando a esta teoría que
advierte que les conviene una educación desprestigiada. Esa, en parte, es culpa
de políticas de gobierno, pero también - y acá no deben sustraerse - es responsabilidad
de un sindicato que parece heredar cargos, ideologías y estrategias de
beneficio particular.
Lea la columna Cerbatanas en: www.proycontra.com.pe
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