- Un ex obispo pecador y una laica
La Iglesia está en crisis. Hace rato. ¿Desaparecerá? De repente, pero no en el corto plazo. Se reformulará, reinventará, renacerá, reaparecerá. Parece que no. El Papa actual no sólo es ultra conservador sino aparentemente un envidiable loobysta de los grupos radicales que hace rato tienen sostenido del cuello a la Iglesia y son esos grupos que lamentablemente discrepan de una actuación más horizontal y personal de la Iglesia. Es lamentable, porque si algo podría salvarla es la idea de “comprometida con el pueblo” y sus sufrimientos, llámese servicios básicos, inserción social, justicia social, solidaridad, fiscalización, lucha contra la corrupción y el pan de cada día.
Es triste, porque en estos días aciagos de Internet en celular, los “detalles” íntimos a voces secretas son la más vil propaganda de los que quisieran vaticinar que los valores de la Iglesia desaparezcan para siempre. Es posible vivir en un mundo moralmente adecuado sin estos valores. Creo que sí. Pero sería harto difícil, mejor sería temer a dios - y escribirlo en mayúscula - aunque sea para tener una leve esperanza antes de morir. Dios nos coja confesados y coja confesado también, por ejemplo, al presidente paraguayo Fernando Lugo, el ex obispo que debió ser la representación más perfecta de lo que podría hacer la Iglesia en Latinoamérica mediante esta teoría de la Liberación del cuzqueño Gutierrez, pero que se quedó con la renuncia a su misión eclesial, con la presidencia de su país y “la reforma moral” y con sus tres hijos. Al menos al cierre de esta edición eran tres, pero fácil llegan a conformar un equipo de fulbito.
¿Qué puede suceder en la testosterona de un clérigo para dejar en el cajón diestro de la habitación, al lado de los preservativos, los preceptos de una fe? Fácil. Las normas del celibato en realidad son una norma inventada por los hombres y como ser imperfecto eran lógicas sus consecuencias, antes escondidas, ahora archi publicadas y peor cuando eres presidente con discurso moral de ex obispo, normalmente tienes el epitafio a la vuelta de la esquina. Pobre Lugo, la gran esperanza de los caviares, de la izquierda renovada, de Chavez y Correa, de la Iglesia reformista, la gran esperanza paraguaya. La gran esperanza de este cisma católico.
Jesucristo fue célibe. No creo. Tuvo mujer e hija como señalan algunas evidencias. Es posible, ¿Por qué no?, lo haría más humano y doblemente redimido. Fue María Magdalena su compañera. Quisiera que esto se confirmara. El Celibato fue inventado por Gregorio VII (1073 – 1085) y responde más a un aspecto de administración autoritaria de los bienes de la Iglesia el organismo económico más poderoso en bienes que hay en Occidente. Imagínese si Gregorio VII no resolvía obligar el celibato – con el pretexto de servidumbre pura a Dios -, ahora las leyes inevitablemente hubieran generado herencias en los hijos y los bienes de la “fe” no habrían estado en buen recaudo. Pero bueno, esa es la culpa para que Lugo cayera en triple pecado. Es posible, pero su intimidad de ex obispo y funcionario público es una cosa y la intimidad de los laicos es otra muy diferente.
Los laicos también son incorporados en este saco. No. Si es que no manejan el dinero de los otros laicos aunque sean públicos por su actuación no merecen el trato de la ventilación de sus actos íntimos, así tuvieran hijos extramatrimoniales o una vida exagerada y en contrita con los “buenas virtudes” que practican los “buenos de la sociedad”. No merecen esa exposición los laicos. Claro, siempre hay fisuras de las excusas para plantear una enmienda a esta posición y como son miles los criterios para reflexionar sobre el asunto se cometen excesos, desbordes que son sinónimos del pretexto.
A raíz de una amenaza contra la integridad de laica de la periodista Mary Pérez de LVS, y una posible exposición de su vida peculiar, lo que hacen, no es sino, darle mayor ingredientes a un almuerzo del periodismo de estos tiempos. Espero que no sean verdad estas amenazas. El que actúa no lo dice, además a quien le interesa una sabrosa biografía sino a los admiradores de la honestidad de Mary. Los laicos que nos alejamos del buen camino estamos jodidos – con el plural de la modestia - porque mañana se enjuagarán con nuestras vidas y nadie dirá nada. Una raya más al tigre, que importa. Pon tu Canal compadre y apaga los micros cuando quieras.
Lo único cierto es que la vulnerabilidad viene a doble mano cuando se habla con la Biblia en la diestra y en la siniestra el micro, es una guadaña de doble filo que pende al compás de nuestros errores. En fin. Eso abona a los de la otra orilla. A los pendejos de verdad, que esperan que las cosas sigan así por el resto de nuestras vidas y hasta que la muerte nos separe.
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